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ALIANZA ASUSTADA. Por qué la OTAN no accedió a responder a las amenazas nucleares y químicas de Putin

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SERGIO SYDORENKO, PRAVDA EUROPEA /

El viernes por la noche, el presidente Volodymyr Zelensky apareció en las pantallas del Edificio Europa en Bruselas, donde acababa de comenzar la cumbre de la UE. El presidente pronunció un discurso centrado en el derecho de Ucrania a unirse a la UE.

Pero una vez que recurrió al primer ministro húngaro, Viktor Orban, todo cambió. Zelensky cambió el tono a una crítica severa y cambió el tema de los asuntos de la UE a la seguridad dura.

Sucedió porque unas horas antes terminó otra cumbre: una reunión de líderes de la OTAN. Hungría se expresó en contra de Ucrania allí.

Sin embargo, los problemas de la OTAN no son solo de Hungría. La Cumbre mostró que la Alianza no tiene ni una estrategia ni una táctica sólidas en la nueva realidad, mientras que Estados Unidos y el presidente Biden, cuya autoridad ha crecido en Europa durante el último mes, siguen firmemente comprometidos con el principio de «no provocar a Rusia».

Sin embargo, también hubo resultados positivos.

Una de ellas es que Estados Unidos ha renunciado a cualquier presión sobre Kiev en las negociaciones y cuenta con nuestra victoria. Esto tiene una importancia estratégica y da la esperanza de que las tácticas de los Estados Unidos (y la OTAN junto con ellos) también cambien con el tiempo.

El segundo positivo tiene nombre: Reino Unido.

Secretario General del pasado

No cambias de caballo a mitad de camino.

Este principio debió guiar la decisión de los aliados el jueves, cuando a propuesta de Estados Unidos aprobaron la extensión del mandato del actual secretario general, Jens Stoltenberg, por un año más. Como excepción, Stoltenberg, quien estuvo al frente de la secretaría de la organización durante dos mandatos completos, permanecerá en el cargo hasta septiembre de 2023.

Esta decisión es generalmente comprensible. Con una guerra en Europa, que puede extenderse al territorio aliado, existe una falta general de recursos y deseo de hacer campaña por un nuevo Secretario General.

Sin embargo, refleja otros procesos que tienen lugar en la organización.

Primero, los miembros de la OTAN intentan «mantener la estabilidad» sin darse cuenta de que esto es imposible. En segundo lugar, la Alianza no espera un final rápido de la guerra en Ucrania y ha elegido una estrategia diseñada para un conflicto armado prolongado sin la rápida liberación de los territorios ocupados por Rusia. Tercero, los miembros de la OTAN todavía no entienden cuánto está dañando la imagen de la organización el actual Secretario General.

EuroPravda es muy consciente de que el «poder del Secretario General» en la OTAN es bastante limitado: no define la política, sino que la implementa. Sin embargo, su autoridad no debe subestimarse; la secretaría prepara los primeros proyectos de decisiones de la OTAN y, según los aliados pro-ucranianos, son completamente ineficaces y garantizan la ineficacia de las decisiones conjuntas de antemano.

Además, en las apariciones públicas, Stoltenberg, sin saberlo pero sistemáticamente, daña la imagen de la Alianza al centrarse en lo que la Alianza no puede hacer para detener la agresión rusa en Europa. Esto alimenta a los escépticos y opositores de la OTAN, no solo en Ucrania.

En la última Cumbre, tanto las declaraciones del Secretario General como la decisión conjunta de los Aliados demostraron que la Alianza ni siquiera podía ponerse de acuerdo sobre una estrategia de acción.

La reunión de los líderes de la Alianza tuvo lugar en un contexto de amenazas rusas de un ataque químico o biológico. Pero la decisión no dejó respuesta sobre qué haría la Alianza si eso sucediera. Solo menciona «consecuencias graves» en caso de un ataque químico y deja las armas nucleares desapercibidas en absoluto.

Descubramos el motivo.

Orbán pacífico

Hungría celebrará elecciones parlamentarias el 3 de abril. Es probable que Orban gane allí nuevamente, pero es casi seguro que perderá su mayoría constitucional. Las encuestas predicen una ligera ventaja para el actual primer ministro sobre la oposición unida. Incluso los argumentos más cínicos se usan cuando los números están tan cerca.

Sin embargo, es difícil estar seguro de que después del día de las elecciones, la política del líder húngaro cambiará. Ha ido demasiado profundo en sus intentos de no ofender a Rusia. Además, alimentó pensamientos antiucranianos entre los partidarios de Orban .

Pero la cumbre de la OTAN tuvo lugar apenas una semana antes de las elecciones húngaras y no dejó opción alguna.

Orban se convirtió en un actor clave al tratar de suavizar la postura de la Alianza sobre Rusia.

Por ejemplo, la declaración de la cumbre de la OTAN no menciona ni una palabra de que los aliados puedan armar a Ucrania para defenderse, a pesar de que ya lo hacen. En cambio, la declaración solo se refiere al «apoyo práctico» de los Aliados a Ucrania.

Según EuroPravda, fue Hungría la que bloqueó fórmulas más estrictas. Budapest advirtió que si se mencionaba una acción militar o apoyo militar en algún lugar de los documentos, Orban vetaría la decisión.

Es importante enfatizar que la posición vergonzosa de Orban, afortunadamente, no bloqueó el suministro de armas a Ucrania. El veto húngaro no puede influir en la posición y las acciones de otros Aliados. Por el contrario, según numerosas fuentes, algunas de las cuales se hicieron públicas , durante la Cumbre los Aliados hablaron mucho sobre su intención de suministrar armas a Ucrania (más tarde, se reveló que Biden tiene la intención de proporcionar a Ucrania acceso a la defensa aérea ). Hubo un verdadero debate sobre cómo ayudar a Ucrania no con palabras sino con armas, y esto no enfureció al primer ministro húngaro. Su interés se centró únicamente en las declaraciones públicas.

Como parte de la campaña electoral, está vendiendo a sus votantes que defiende el derecho de Hungría a no dar armas a Ucrania y mantiene la prohibición de que la ayuda occidental se traslade a Ucrania a través del territorio húngaro.

Apaciguar al agresor

European Pravda ha escuchado que otros dos Aliados importantes también llamaron a limitar la presión sobre Rusia, dejando espacio para el diálogo con Putin.

Uno de ellos es Francia, cuyo presidente Emmanuel Macron habló con Putin más de una decena de veces en las últimas semanas. Se puede discutir sobre lo que motiva las acciones de Macron: la creencia de que es posible hacer un trato con este mentiroso y criminal de guerra o simple retórica electoral: el 10 de abril, Francia celebrará elecciones presidenciales.

El segundo país que insiste en la necesidad de hablar con Putin es Italia.

Es un poco sorprendente que Alemania no esté en esta lista.

EP ha escuchado esto de múltiples fuentes que después de las conversaciones con Putin, el canciller Olaf Scholz no cree en la efectividad de las negociaciones con él. Él cree razonablemente que el líder ruso no busca el fin de la guerra y no busca compromisos. Por lo tanto, Berlín se está preparando para graves consecuencias. Por ejemplo, Alemania quiere abandonar los recursos energéticos de Rusia antes de lo previsto.

Con todo, los sentimientos conciliadores en la OTAN se han mantenido en absoluta minoría. Aparte de Francia e Italia, vinieron solo de Luxemburgo, que no es un actor fuerte en política exterior. Incluso Orban no estaba a favor de las negociaciones, sino que estaba a favor de no hacer nada.

Lo que es más importante, el presidente de los EE. UU. no cree en hacer un acuerdo con Putin.

Además, Joe Biden ahora está haciendo todo lo posible para hacer imposible cualquier acuerdo occidental con Rusia. Para el líder estadounidense, el dictador del Kremlin (que rompió todas las promesas que le hizo personalmente a Biden) se volvió completamente rebelde.

Además, en Bruselas, Biden comentó sobre las conversaciones entre Ucrania y Rusia, en las que se sabe que el Kremlin exige concesiones territoriales a Kiev. Biden dijo que si bien esta decisión sigue siendo una decisión de Ucrania, no cree que Ucrania acepte las demandas rusas.

Esta es una declaración extraordinaria, porque confirma que Estados Unidos ahora está convencido de que una derrota militar ucraniana (en la que se hace obligatorio un acuerdo de rendición y pérdida de territorios) ya no se considera una amenaza real en Washington.

Esta evaluación de los Estados Unidos afecta la posición de todos los demás aliados.

Estados cautelosos de América

A pesar de la existencia de Orban o Macron como líderes de uno de los Aliados, la OTAN está hoy muy unida. Y el núcleo de esta unidad es Estados Unidos.

Hasta el 24 de febrero hubo una escisión en la Alianza; pasó a lo largo del Canal de la Mancha.

Mientras que Estados Unidos, Canadá y Gran Bretaña insistieron en que Rusia estaba a punto de atacar a Ucrania, los miembros europeos de la OTAN fueron más razonables, y todos los cálculos razonables han demostrado que el ataque del Kremlin a Ucrania no es rentable para Rusia. Pero la historia ha demostrado que los cálculos razonables no se aplican a Putin.

Este desarrollo ha convertido a Biden en el líder único e indiscutible de la OTAN.

La inteligencia y las evaluaciones de las acciones de Rusia por parte de Estados Unidos ahora están siendo vistas con la máxima confianza en gran parte de Europa. Incluso cuando contradice sus propias valoraciones nacionales.

Y aunque estamos acostumbrados a criticar a la Alianza por su indecisión y falta de voluntad para actuar, de hecho es la indecisión de los EE.UU.

La Casa Blanca y el propio Biden insisten ahora en que Rusia “no puede irritarse”. Estados Unidos cree que tal política mantendrá la guerra dentro de Ucrania y evitará una confrontación militar entre los ejércitos de los Aliados y Rusia, que tiene la posibilidad de convertirse en una guerra nuclear.

Rusia está utilizando hábilmente esto para limitar el nivel de asistencia que Estados Unidos y otros aliados brindan a Ucrania.

Siguiendo esta línea, incluso los miembros más proucranianos de la Alianza, como Polonia o Gran Bretaña, ahora enfatizan que solo proporcionan a Ucrania «armas defensivas».

«Lo que estamos haciendo es acelerar constantemente el movimiento de armas letales pero defensivas hacia Ucrania. Los suministros aumentan todo el tiempo», dijo el primer ministro británico, Boris Johnson, después de la cumbre de la OTAN.

Esta es la política que ha impedido que Kiev obtenga combatientes soviéticos de Polonia: esta decisión proviene personalmente de Biden y su círculo íntimo. A pesar de que el Congreso y el Pentágono apoyaron el suministro del avión a Ucrania, incluso después de que el Secretario de Estado Blinken declaró personalmente que había una «luz verde» para dicho suministro, no sucedió nada.

En resumen, la política de Biden se puede describir como: sin armas ofensivas y sin tropas de la OTAN en Ucrania.

Debido a esta posición, la solicitud de Zelensky para la transferencia de tanques, aviones, artillería de largo alcance y misiles tierra-tierra europeos sigue sin cumplirse.

Amenaza nuclear y más

Uno solo puede especular sobre el motivo de esta política estadounidense.

Existe una versión de que Estados Unidos teme que Ucrania, habiendo recibido armas ofensivas, intente recuperar Crimea, lo que Rusia percibirá como un ataque con armas de la OTAN en «su territorio».

Los propios estadounidenses explican su política de manera diferente: dicen que Rusia percibirá la transferencia de tales armas como una confrontación directa y como una excusa para iniciar una guerra con la OTAN. Para los ucranianos, esto suena ilógico: sabemos muy bien que Rusia no necesita ninguna excusa para la guerra.

Pero aquí tenemos que volver a lo dicho anteriormente. La inteligencia y los hallazgos de los EE. UU. ahora se reciben con la máxima confianza.

La táctica estadounidense es aplastar económicamente a Rusia, esperando hasta que fracase.

Sin embargo, ahora esta posición se ha topado con un problema: una amenaza química y nuclear por parte del Kremlin.

Rusia se da cuenta de que las sanciones la están golpeando con una fuerza furiosa. Por lo tanto, el Kremlin probablemente no querrá prolongar la guerra por muchos meses e intentará cambiar radicalmente su curso pronto.

Pasar a un arma química, bacteriológica o nuclear es una opción sobre la mesa.

Pero la Casa Blanca no sabe qué hacer si Rusia usa esta arma en Ucrania. Las declaraciones de la cumbre de la OTAN simplemente ignoraron esta amenaza apremiante, como si no existiera tal problema.

Joe Biden dijo en una conferencia de prensa después de la cumbre que la reacción ante el despliegue de armas químicas dependería de las circunstancias del ataque.

Fuentes de The Guardian dicen que incluso en caso de un ataque químico, la intervención militar de la OTAN es «muy improbable». Estados Unidos intentará persuadir a otros de que «no se den cuenta» de esto para «mantener la guerra dentro de las fronteras de Ucrania». Pero si una ciudad entera es atacada, y más aún si hay un ataque nuclear, fingir que no pasó nada no funcionará.

En esta situación, la posición de Gran Bretaña añade algunos aspectos positivos. Boris Johnson es el único líder de la OTAN que se permite dedicarse a la política sin dejarse guiar por la posición estadounidense.

Sin embargo, aún queda mucho por saber.

Las tácticas de Putin siguen sin estar claras. ¿Existe la posibilidad de que ataque a Polonia o Lituania? ¿Cuál sería la respuesta de la OTAN a este ataque? Y así.

No está claro qué hará el Congreso de los Estados Unidos; aunque parece entender mejor que la Casa Blanca que Rusia debe ser detenida en Ucrania antes de que vaya más allá.

En resumen, aún queda mucho por aclarar. Todos entienden que la situación probablemente cambiará pronto. Pero incluso la OTAN no sabe si la Alianza estará lista para esto. O si tendrá que actuar más tarde, lamentando que la oportunidad de detener a Putin con pérdidas moderadas esté completamente perdida.

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