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Los casos de CTE en jugadores de fútbol plantean nuevos interrogantes sobre la seguridad de cabecear el balón

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Por JIMMY GOLEN /

ARCHIVO - Tyrone Marshall (15) de Miami Fusion asiste a Scott Vermillion de Kansas City Wizards después de que los dos chocaron mientras buscaban un cabezazo en la primera mitad de un partido de fútbol el 29 de agosto de 1999, en Kansas City, Missouri. Cuatro exprofesionales más jugadores de fútbol han sido diagnosticados con encefalopatía traumática crónica. La Concussion Legacy Foundation dice que se descubrió que tenían la enfermedad cerebral degenerativa que se ha relacionado con conmociones cerebrales en atletas, veteranos de combate y otras personas que han sufrido traumatismos craneales repetidos. (Foto AP/Ed Zurga, archivo)
ARCHIVO – Tyrone Marshall (15) de Miami Fusion asiste a Scott Vermillion de Kansas City Wizards después de que los dos chocaron mientras buscaban un cabezazo en la primera mitad de un partido de fútbol el 29 de agosto de 1999, en Kansas City, Missouri. Cuatro exprofesionales más jugadores de fútbol han sido diagnosticados con encefalopatía traumática crónica. La Concussion Legacy Foundation dice que se descubrió que tenían la enfermedad cerebral degenerativa que se ha relacionado con conmociones cerebrales en atletas, veteranos de combate y otras personas que han sufrido traumatismos craneales repetidos. (Foto AP/Ed Zurga, archivo)

La estrella del fútbol inglés Jimmy Fryatt era conocido por su habilidad para cabecear el balón, y la prueba de su destreza puede estar en el daño que le hizo a su cerebro.

Todavía físicamente en forma a finales de sus 70 años, Fryatt jugaba tenis pero no podía llevar la cuenta o recordar de qué lado de la red se suponía que debía estar. Vivió en Las Vegas durante casi 50 años, pero comenzó a perderse mientras andaba en bicicleta por el vecindario.

“Tuve que ponerle un rastreador”, dijo su esposa, Valerie, esta semana. “Lo llamaría y le diría: ‘Para. Voy a buscarte’”.

Fryatt, campeón de la liga norteamericana de fútbol que jugó 18 años en Gran Bretaña, es uno de los cuatro exjugadores profesionales de fútbol recientemente diagnosticados con encefalopatía traumática crónica. La Concussion Legacy Foundation anunció el martes que el profesional inglés y entrenador en jefe de Oregon State Jimmy Conway, el mediocampista escocés y de Seattle NASL Jimmy Gabriel y la campeona de la NCAA Franny Pantuosco también padecieron la enfermedad cerebral degenerativa que se ha relacionado con conmociones cerebrales en atletas, veteranos de combate. y otros que han sufrido traumatismos craneales repetidos.

Son los primeros diagnósticos entre quienes jugaron en la NASL, un precursor de la MLS como la principal liga de fútbol profesional de EE. UU. que atrajo la atención con fichajes de alto perfil, incluido Pelé, antes de retirarse en 1985.

Valerie Fryatt dijo que a su esposo le habían diagnosticado varias conmociones cerebrales, pero los investigadores de CTE creen que la enfermedad también puede ser causada por golpes repetidos en la cabeza.

En el fútbol, ​​eso significa cabecear el balón.

“Jimmy fue un cabezazo prolífico del balón. Era muy hábil en eso”, dijo Valerie Fryatt. “Muchos jugadores de esa época decían que era el mejor cabeceador que jamás habían visto”.

Los nuevos diagnósticos se producen cuando los funcionarios del fútbol se reúnen en Chicago para una cumbre sobre lesiones en la cabeza, una conferencia organizada conjuntamente por US Soccer y las principales ligas profesionales masculinas y femeninas de Estados Unidos que promete “dos días de presentaciones y paneles de discusión dirigidos por profesionales médicos, partes interesadas e investigadores. ”

Pero los investigadores de CTE y las familias de los afectados por la enfermedad dicen que la agenda, la lista de invitados, e incluso el nombre, desmienten el deseo de solo dar la apariencia de confrontar lesiones cerebrales, parte de una tendencia entre las ligas deportivas para minimizar la larga duración. efectos a largo plazo de las conmociones cerebrales y medidas de demora que podrían prevenirlas.

«En el rugby y el hockey y, por supuesto, todavía en el fútbol americano, estamos muy familiarizados con eso», dijo la Dra. Ann McKee, directora del Centro CTE de la Universidad de Boston, el banco de cerebros que ha liderado la investigación de la enfermedad que puede causar pérdida de memoria, cambios de humor violentos, depresión y otras dificultades cognitivas.

«Lo lamento. Estoy muy, tengo un punto de vista hastiado sobre estas cumbres”, dijo. “Creo que son en gran parte una producción de trucos de relaciones públicas para hacer que la gente piense que se están tomando en serio la lesión y la condición. Pero son tan superficiales en la representación… que el resultado es una conclusión inevitable».

Un portavoz de US Soccer que figura como contacto de prensa en un comunicado de la cumbre no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios. Una portavoz de la Major League Soccer envió una agenda, que enumera los paneles realizados por, entre otros, científicos, funcionarios de fútbol y jugadores actuales y anteriores no identificados.

Pero no se invitó a ningún investigador del Centro BU CTE a hablar en la cumbre, a pesar de que McKee y Robert Cantu son dos de los más publicados, más prolíficos y más francos en el campo. (La presidenta de la Federación de Fútbol de EE. UU., Cindy Parlow Cone, se encuentra entre los que han comprometido sus cerebros con BU para la investigación ).

“Lo que sucede con estos grandes grupos deportivos es que a menudo invitan a una lista llena de personas que minimizan los efectos a largo plazo”, dijo McKee. “Y se van diciendo: ‘Aquí hemos hecho una cumbre. Miramos la evidencia. No es muy fuerte, y los científicos están indecisos. Y entonces es una especie de hecho consumado que no tienen que hacer nada al respecto”.

Incluso el título fue un problema para el cofundador de Concussion Legacy Foundation, Chris Nowinski, un ex jugador de fútbol de Harvard que se convirtió en luchador profesional y se convirtió en doctor. quien ha sido un líder en la educación de atletas profesionales y aficionados sobre los peligros de las conmociones cerebrales.

“’Lesión en la cabeza’ es lo que dices cuando no lo tomas en serio”, dijo Nowinski. «Llamarlo ‘lesión en la cabeza’ cuando en realidad estás hablando de ‘lesión cerebral’ es una táctica que solía usar la NFL».

Los investigadores de la BU han diagnosticado CTE a más de 100 jugadores de fútbol ; también se ha encontrado en boxeadores y jugadores de rugby y luchadores profesionales y miembros del ejército. Los casos entre los jugadores de fútbol, ​​al menos en los Estados Unidos, han sido menos comunes, pero los investigadores esperan que las cifras aumenten ahora que aquellos que comenzaron a practicar este deporte en crecimiento cuando eran niños están llegando a la vejez.

El año pasado, Scott Vermillion fue anunciado como el primer exjugador de la MLS en ser diagnosticado con CTE . Su padre, David Vermillion, dijo que su «primera prioridad» habría sido asistir a la cumbre si hubiera sido invitado.

En cambio, se va de vacaciones en familia.

“No van a tener personas allí que lo hayan tratado de primera mano”, dijo Vermillion. “Gente como esa que tiene todo este conocimiento, que puede contribuir a tratar de hacer las cosas más seguras para los atletas, no va a estar allí”.

Nowinski dijo que se ofreció a conectar a los organizadores de la cumbre con las familias de los que murieron con CTE pero fueron fantasmas.

“Supongo que no es bueno para los negocios”, dijo Bruce Murray, un ex miembro del equipo nacional de EE. UU. que ha hecho públicas sus dificultades cognitivas.

“Ellos también necesitan escuchar el lado feo de esto. Tenía un lado feo y Scott Vermillion murió muy feo”, dijo Murray. “Era bastante normal y luego se puso patas arriba. No sé si voy a volver a ponerme patas arriba. No hay duda de que algo está pasando”.

La CTE solo se puede diagnosticar póstumamente. Vermillion, Fryatt y Conway murieron en 2020. Conway reveló 10 años antes de su muerte que le habían diagnosticado demencia. La familia de Gabriel reportó dificultades cognitivas y depresión durante los últimos doce años de su vida antes de que muriera en 2021. Pantuosco también murió en 2021.

Los cuatro tenían la etapa más grave de la enfermedad, dijo McKee.

McKee dijo que las familias de las víctimas de CTE son a menudo la mejor fuente de información sobre cómo reconocer las lesiones cerebrales, que pueden tardar años en desarrollarse y causar comportamientos problemáticos como el abuso del alcohol o cambios de humor violentos que pueden destruir a las familias sin educación sobre la causa subyacente.

“Estos son seres humanos. Estas son las personas que jugaron el juego, que enriquecieron a los propietarios, que causaron que los fanáticos disfrutaran todo, quienes son realmente responsables de la popularidad del fútbol hoy en día”, dijo McKee. “Y, sin embargo, cuando se meten en problemas, cuando comienzan a desarrollar comportamientos problemáticos, cuando sus familias comienzan a sufrir, cuando comienzan a sufrir, nadie les presta atención, incluidas estas cumbres”.

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