Ya es oficial. La vicepresidenta Kamala Harris ha logrado la mayoría necesaria de síes en la votación de los delegados demócratas para quedar designada como candidata demócrata a la presidencia de Estados Unidos, según ha anunciado el presidente del Comité Nacional Demócrata, Jaime Harrison, sin anunciar cifras exactas. El nombramiento formal de la primera candidata negra a la Casa Blanca, no obstante, no llegará hasta el lunes, cuando concluirá la votación.
El anuncio no representa, en sí, una sorpresa. Harris era la única candidata en la votación: nadie había intentado seriamente disputarle el puesto para el que todos los pesos pesados del partido le han expresado su apoyo, empezando por el propio presidente Joe Biden, que cuando renunció a la reelección la propuso como candidata. Pero, tres días antes de que concluya la votación, el anuncio contribuye a difundir entre sus simpatizantes la idea de que las cosas avanzan rápido. Que la candidatura tiene lo que en la jerga electoral estadounidense se describe como momentum: la sensación de que tiene el viento de cola, que sube posiciones. Que tiene posibilidades reales de ganar, después de meses de ir por detrás del candidato republicano, Donald Trump, en las encuestas.
“Me honra ser la (inminente) candidata demócrata a la Presidencia de Estados Unidos… , ha afirmado Harris en declaraciones transmitidas por internet a sus simpatizantes. “Faltan 95 días para el 5 de noviembre (el día de las elecciones en Estados Unidos)… no va a ser fácil, pero lo vamos a conseguir”, ha añadido., “como vuestra futura presidenta, sé que estaremos a la altura”.
En un comunicado, Harrison aseguró que los demócratas “se unirán en torno a la vicepresidenta Harris y demostrarán la fortaleza de nuestro partido” durante la convención del partido que se inaugurará en Chicago el próximo día 19.
El anuncio coincide con la publicación de los datos de recaudación de la campaña demócrata en el último mes. En junio, los de Harris recaudaron 310 millones de dólares, una cantidad que aseguran es la mayor recaudada en un solo mes en estas elecciones y que demuestra el entusiasmo de los donantes del partido después de que el presidente Joe Biden renunciara a la reelección y cediera la candidatura a su vicepresidenta. Inmediatamente después de la notificación del día 21, la campaña demócrata recaudó más de 200 millones de dólares.
La votación de los delegados que declarará formalmente a Harris la candidata demócrata este lunes debería celebrarse tradicionalmente en la convención del partido. Pero las normas locales del Estado de Ohio exigían que el candidato estuviera nombrado formalmente antes del día 7, lo que ha obligado a adelantar el sufragio y celebrarlo de manera virtual. La votación volverá a repetirse en la convención en Chicago, aunque entonces tendrá naturaleza únicamente ceremonial.
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Se espera que para el lunes la vicepresidenta dé a conocer también quién será su pareja electoral, un anuncio que puede contribuir a alimentar el momentum demócrata antes de la convención. Dos nombres se repiten en todas las quinielas: el de Josh Shapiro, el gobernador de Pensilvania -un Estado que los demócratas necesitan ganar para continuar en la Casa Blanca-, y el de Mark Kelly, senador por Arizona, antiguo astronauta y veterano de guerra.
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