El impacto de la variante Delta ha provocado que las autoridades apliquen soluciones ante una posible nueva ola de contagios.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA) autorizó este jueves la tercera dosis de la vacuna contra la Covid-19 de Pfizer-BioNTech y Moderna para las personas con sistemas inmunitarios debilitados.
De acuerdo a las autoridades, esta dosis de refuerzo será aplicada en las personas inmunodeprimidas por trasplante de órgano sólido o aquellos a quienes se les diagnostica condiciones equivalentes en consideración al nivel de inmunodepresión.
La comisaria en funciones de la FDA, Janet Woodcock comunicó que «el país ha entrado en otra ola de la pandemia de covid-19 y la FDA es especialmente consciente de aquellas personas que corren un riesgo especial de padecer una enfermedad grave. Y ahora el peligro es mayor debido a la presencia de la cepa Delta».
Por su parte, la directora de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), Rochelle Walensky, confirmó que se trata de “una población muy pequeña. Estimamos, por lo menos, que sea el 3 por ciento del total de adultos».
El programa de vacunación del país se ha ralentizado sobre todo en las regiones políticamente conservadoras del sur y el medio oeste, así como entre los más jóvenes, la población de ingresos más bajos y las minorías raciales.
EL pasado mes de julio también se anunció que todos los funcionarios federales estarían obligados a vacunarse o bien presentar test que demuestren que no se han contagiado con el coronavirus, en momentos en que el país sufre un aumento de las hospitalizaciones.
Además de las 619.000 personas que han muerto en Estados Unidos, en estos momentos se vive una nueva ola de pandemia por la expansión de la variante Delta.
Esta avanza en varios estados del país, en especial en Florida, donde se reporta un nuevo pico de casos y aumentan las hospitalizaciones. La mayoría de los casos graves hasta ahora se confirman en personas no vacunadas.