BUENOS AIRES (AP) — Los bonos argentinos se desplomaron el lunes hasta 12% en la apertura de los mercados en Nueva York mientras el peso se devaluaba luego del sorpresivo triunfo del ultraderechista Javier Milei en las primarias en las que fueron elegidos los postulantes para los comicios presidenciales de octubre.
El candidato ganador minimizó la situación. “Muchos de los análisis que están dando vueltas son bastante precarios. Lo que pasa es que muchos analistas internacionales se nutren de analistas locales que además juegan políticamente. Las cosas que les dicen de mí no son para nada positivas. Pero qué mejor para el mercado que un economista pro-mercado”, dijo Milei a las radios Continental y Millenium.
Milei sacudió el domingo el escenario político argentino al convertirse en el precandidato presidencial más votado luego de aglutinar los sufragios de los argentinos descontentos con la dirigencia política tradicional que en los últimos años ha sido incapaz de combatir la inflación, la inseguridad y la corrupción.
El Banco Central dispuso una modificación en la administración del tipo de cambio, dejando atrás el ajuste diario para estabilizar el valor del peso. La medida implica adelantar la devaluación prevista para los próximos meses y establecer un cambio de 350 pesos por dólar estadounidense. Esta tasa es la que se utiliza para pagar importaciones y liquidar exportaciones. A su vez, subió la tasa de interés de referencia 21 puntos hasta el 118% anual para evitar que los argentinos se refugien en el dólar para no perder poder adquisitivo.
A las pocas horas, las pizarras del estatal Banco Nación mostraban el dólar a 365 pesos. En tanto, el dólar que cotiza en el marcado paralelo, al que acuden los ahorristas por las limitaciones del gobierno para adquirir divisas, se disparaba a 690 pesos respecto de los 605 del viernes, según algunos operadores consultados por The Associated Press.
La autoridad monetaria dijo en un comunicado que cree “conveniente readecuar el nivel de las tasas de interés… a los efectos de anclar las expectativas cambiarias y minimizar el grado de traslado a precios, propender hacia retornos reales positivos sobre las inversiones en moneda local y favorecer la acumulación de reservas internacionales”.
Por su parte, a las 13 hora local (1600 GMT) el índice Merval -que agrupa a la empresas que cotizan en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires- se recuperaba de la caída de las primeras horas y subía 3,08%.
En las sorpresivas internas que revelaron una inclinación del electorado hacia la derecha, la exministra de Seguridad Patricia Bullrich fue la ganadora de la interna de la coalición opositora Juntos por el Cambio, mientras que el gobernante peronismo se ubicó en tercer lugar con el ministro de Economía, Sergio Massa, como candidato.
Analistas señalaron que el mercado esperaba un triunfo claro de Juntos por el Cambio y hoy existen menos certezas.
Jorge Arias, de la consultora Polilat, vaticinó un escenario económico volátil y sumamente problemático hasta las elecciones del 22 de octubre a partir del triunfo de Milei, quien propone dolarizar la economía para combatir la inflación en momentos en que el Banco Central sufre una merma de sus reservas interncionales.
“Los mercados van a ser fuertemente especulativos, más aún de lo que ya venían, con un Banco Central y una economía bastante maltrechos, por lo que no hay muchas posibilidades de fuego en un escenario que va a estar dependiente de cualquier rumor y operación con un puñado de dólares, porque esta es la mayor debilidad que tiene hoy la economía”, dijo Arias a AP.
Agregó que Massa -un moderado dentro del peronismo que tiene aceitados lazos con dirigentes de Estados Unidos y es aceptado por los mercados financieros- “tendrá que hacer valer todas las calidades de mago, tanto como candidato como ministro de Economía… para generar acciones que puedan domar la situación”.
Milei también propone cerrar el Banco Central para evitar que siga emitiendo pesos y acelere la inflación -la última medición de junio dio un 115% interanual-, que arrojó al 40% de la población a la pobreza.
Mariano Machado, analista principal para las Américas de la empresa de inteligencia de riesgos Verisk Maplecroft, dijo que el Milei aún no ha dado detalles de cómo implementaría sus medidas.
“La dolarización de los costos podría acabar con la competitividad de los pocos sectores que siguen impulsando la economía local como el sector agrario, crucial para la obtención de divisas, y los que presentan oportunidades de futuro como la minería, el petróleo y el gas”, acotó Machado.
Indicó además que “un aumento importante del desempleo y/o la informalidad incrementaría el fuego bajo la olla a presión existente”.
“Me asusta más lo que está pasando hoy que los resultados de ayer. Ya se devaluó el peso, eso va a impactar en precios y salarios, otra vez suben la tasa de interés y el dólar ‘blue’ (paralelo) y todos sabemos que es una escalada que no va a parar”, dijo a AP Hernán Cortizo, de 48 años, dueño de un negocio de venta de indumentaria.
Según la consultora Capital Economics, “la caída del peso empujará aún más la inflación, quizás hasta el 130-140%” anual.
La consultora se preguntó si este escenario alterará los desembolsos anticipados del programa que Argentina pactó con el Fondo Monetario Internacional en el marco de la refinanciación de una deuda contraída en 2018 por unos 45.000 millones de dólares. El directorio del Fondo debe reunirse en la segunda mitad de agosto para aprobarlos.
Milei dijo que “puede ser que se dé” una reunión con FMI y acotó que el organismo “no debería tener problemas con el programa que nosotros hemos planteado porque proponemos un ajuste fiscal mucho más profundo” que el que plantea la candidata de la principal fuerza opositora.
Según analistas, el ultraderechista cosechó votos tanto en las clases acomodadas como en sectores pobres hastiados de la inestabilidad económica y la delincuencia.
Milei está a favor de la libre portación de armas y de la venta de órganos y en contra del aborto. Afirma que el cambio climático es una mentira y es admirador de los expresidentes de Brasil y Estados Unidos, Jair Bolsonaro y Donald Trump, respectivamente.