El lider relogioso fue arrestado en horas de la madrugada mientras oraba en el huerto de Getsemaní. Las autoridades religiosas lo acusan de blasfemia y buscan su juicio inmediato.
Por Luis Rodriguez Salcedo
Jerusalén, Viernes Santo, amanecer. – En un operativo sorpresivo llevado a cabo por soldados del templo y autoridades religiosas, Jesús de Nazaret fue arrestado esta madrugada mientras se encontraba orando con algunos de sus discípulos en el huerto de Getsemaní, a las afueras de la ciudad.
La operación fue facilitada por Judas Iscariote, uno de los doce seguidores cercanos de Jesús, quien guió a los captores hasta el lugar exacto y lo identificó con un beso, según relataron testigos presenciales. Fuentes próximas indican que Judas habría recibido una recompensa de treinta piezas de plata por su colaboración.
El arresto ha generado tensión entre los seguidores del Maestro, muchos de los cuales huyeron del lugar al ver la llegada de la guardia armada. Uno de ellos, identificado como Simón Pedro, intentó resistirse, hiriendo a uno de los siervos del sumo sacerdote, pero Jesús intervino de inmediato y pidió que no se usara la violencia.
Jesús, conocido por su predicación pacífica, sus enseñanzas en parábolas y sus milagros, fue llevado primero ante el sumo sacerdote Anás y luego a Caifás, líder del Sanedrín. Las autoridades lo acusan de blasfemia, por proclamarse Hijo de Dios, y temen que su creciente popularidad entre el pueblo desencadene una revuelta.
Durante la mañana, se espera que sea presentado ante el procurador romano Poncio Pilato, quien deberá decidir si los cargos ameritan una condena formal bajo la ley imperial. Las autoridades religiosas insisten en que Jesús representa un peligro para el orden establecido.
La ciudad de Jerusalén, llena de peregrinos por la celebración de la Pascua, se encuentra en estado de expectación y creciente tensión. Algunos de sus seguidores temen por su vida, mientras otros aseguran que su misión aún no ha terminado.
LRS