JERUSALÉN, 7 de Nisán, año 33 — Noticia de Última Hora
-Multitudes presencian la ejecución tras juicio ante el Sanedrín y el gobernador romano Poncio Pilato-
Jerusalén ha sido testigo hoy de un acontecimiento que ha causado gran conmoción entre sus habitantes y peregrinos: Jesús de Nazaret, conocido por muchos como “el Maestro” o “el Mesías”, fue condenado a muerte y crucificado en las afueras de la ciudad, en el monte llamado Gólgota.
La jornada comenzó con su comparecencia ante el Sanedrín, donde fue acusado de blasfemia y de proclamarse Hijo de Dios. Tras un juicio celebrado durante la noche, fue entregado a la autoridad romana, encabezada por el procurador Poncio Pilato.
Aunque Pilato no halló en él culpa digna de muerte, la presión del liderazgo religioso y el clamor de la multitud congregada obligaron al gobernador a dictar la sentencia. “Crucifícalo, crucifícalo”, gritaban algunos sectores del pueblo, influenciados por los principales sacerdotes. Pilato, lavándose las manos en señal de deslinde, entregó a Jesús para ser ejecutado.
Jesús, de unos 33 años, fue azotado, coronado con espinas y obligado a cargar su cruz hasta el Gólgota, donde fue clavado en el madero junto a dos malhechores. Testigos afirman que, incluso desde la cruz, pronunció palabras de perdón y consuelo.
Entre los presentes se encontraban su madre, María; varias mujeres galileas; y algunos de sus discípulos, entre ellos Juan. Soldados romanos custodiaron la ejecución, que concluyó poco antes del inicio del sabbat.
Su muerte ha provocado reacciones divididas: unos lo consideran un falso profeta y sedicioso; otros, como el centurión que vigilaba la crucifixión, afirman: “Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios”.
Se prevé que su cuerpo sea sepultado en las próximas horas. Las autoridades religiosas han solicitado que se asegure su sepultura para evitar rumores de una posible resurrección, como él mismo habría anunciado.
La ciudad permanece en tensa calma, mientras se especula sobre las consecuencias que este suceso podría tener entre sus seguidores y en el resto de Judea.
Redacción: Corresponsal en Jerusalén