CIUDAD DE GUATEMALA (AP) — Esta ha sido una de las temporadas electorales más turbulentas en la historia moderna de Guatemala.

Algunos de los aspirantes más populares estarán al margen en la votación del domingo porque las autoridades electorales y los tribunales bloquearon la candidatura de algunos y cancelaron las candidaturas de otros a los que inicialmente se les permitió participar en la carrera.

No hay reelección en Guatemala, por lo que el presidente Alejandro Giammattei no está entre los 22 candidatos presidenciales permitidos. Los guatemaltecos también elegirán a todos los miembros del Congreso y cientos de alcaldes en todo el país.

¿CÓMO SE CONDUCEN LAS ELECCIONES EN GUATEMALA?

Los guatemaltecos mayores de 18 años pueden votar en las elecciones que se realizan cada cuatro años, y unos 9,2 millones están registrados, más de la mitad de ellos mujeres. Votar no es obligatorio.

En los lugares de votación, los votantes recibirán cinco boletas que cubren las diversas contiendas en sus distritos.

En la contienda presidencial, la boleta contará con los rostros de los candidatos a presidente y vicepresidente en las 22 boletas registradas. Se requiere al menos el 50% de los votos para ganar por completo. De lo contrario, el 20 de agosto se llevaría a cabo una segunda ronda que enfrentaría a los dos primeros clasificados.

Los partidos políticos deben terminar sus campañas el viernes, dos días antes de la votación, y después de eso no se pueden publicar encuestas de opinión.

¿CÓMO AFECTARON LOS TRIBUNALES A LA CARRERA PRESIDENCIAL?

El Tribunal Supremo Electoral hace cumplir las leyes electorales de Guatemala, pero los tribunales ordinarios también tienen jurisdicción cuando los partidos les piden que participen.

A principios de este año, el Tribunal Supremo Electoral dictaminó que Thelma Cabrera, líder campesina indígena , no podía ser candidata presidencial por un problema de papeleo con su compañero de fórmula. A principios de mayo, la Corte Constitucional —la más alta de Guatemala— rechazó la apelación final de su partido de izquierda.

El mes pasado, Roberto Arzú, un candidato conservador de la ley y el orden, perdió su último recurso para volver a la carrera. El tribunal electoral anuló su candidatura por supuestamente haber iniciado prematuramente su campaña.

Luego, el tribunal supremo de Guatemala rechazó la apelación de Carlos Pineda, un populista conservador que lideraba las encuestas. Un rival acudió a los tribunales cuestionando la forma en que el partido de Pineda lo nominó.

Las exclusiones han sido criticadas por el gobierno de los Estados Unidos, la Organización de los Estados Americanos y otros. Muchos analistas pronostican que un alto porcentaje de votos nulos se emitirán como protesta.

¿QUIÉNES SON LAS OPCIONES PRESIDENCIALES RESTANTES?

Las candidaturas presidenciales se dividen a grandes rasgos en dos posiciones ideológicas: 19 de derecha y tres de izquierda.

Encuestas recientes indican que los tres principales contendientes son la ex primera dama Sandra Torres; Zury Ríos Sosa, hija del fallecido dictador Efraín Ríos Montt; y el diplomático Edmond Mulet.

Los tres están en el lado más conservador del espectro y han hecho campaña prometiendo instalar medidas de seguridad duras como las del presidente Nayib Bukele en el vecino El Salvador y promover valores familiares conservadores.

Torres, en su tercer intento por ganar la presidencia, promete bolsas de alimentos básicos para los necesitados y recortes en los impuestos sobre los alimentos básicos. Fue primera dama durante la presidencia 2008-2012 del socialdemócrata Álvaro Colom, hasta que se divorciaron en 2011.

Ríos Sosa está haciendo campaña para establecer la pena de muerte, prohibir cargos gubernamentales a los condenados por corrupción, proteger los derechos de propiedad privada y mejorar el sistema de salud. Se le permitió competir a pesar de una disposición constitucional que prohíbe las candidaturas de quienes toman el poder de manera antidemocrática, o de sus familiares.

Mulet dice que daría medicinas gratis a los guatemaltecos y apoyaría a los adultos mayores y las madres solteras. Fue uno de los pocos políticos que denunció la criminalización de los periodistas en el país, por lo que los fiscales lo acusaron de obstrucción a la justicia.

Los tres candidatos firmaron un compromiso promovido para mantener las estrictas leyes antiaborto de Guatemala, promover valores conservadores y abogar contra el reconocimiento de las comunidades LGBTQ.

Por la izquierda, los candidatos del movimiento Semilla, el partido VOS y una coalición conformada por URNG-Maíz y el Movimiento Político Winaq no han tenido buenos resultados en las encuestas. Han hecho campaña con promesas de atacar la corrupción, proteger los derechos de los grupos vulnerables y fortalecer la democracia.

¿POR QUÉ EL DESEQUILIBRIO EN LAS INTENCIONES POLÍTICAS?

Ningún partido de izquierda ha gobernado Guatemala en casi 70 años, desde dos gobiernos de izquierda de 1945 a 1954. El segundo de ellos fue dirigido por el presidente Jacobo Arbenz, quien fue derrocado en un golpe respaldado por la CIA.

Siguieron una serie de gobiernos militares de derecha y una guerra civil de 36 años que terminó en 1996. Desde el regreso del país a la democracia en 1986, la tendencia conservadora solo se ha interrumpido brevemente dos veces, con gobiernos socialdemócratas centristas en 1986 y 2008.

“El electorado es muy ideológico. Al mismo tiempo, es un electorado no partidista”, dijo Vaclav Masek, sociólogo guatemalteco de la Universidad del Sur de California.

Los partidos políticos son de corta duración en Guatemala: desde el regreso a la democracia, ningún partido ha ocupado la presidencia dos veces.

“Los partidos en Guatemala normalmente llegan a su primera elección, compiten y mueren”, dijo Masek. “No tienen suficiente potencia para continuar”.