Joshua Riibe, el estadounidense de 22 años involucrado como testigo clave en el caso de la desaparición de la turista de origen indio Sudiksha Konanki, abandonó la República Dominicana este miércoles 19 de marzo de 2025, apenas un día después de que un tribunal le otorgara la libertad de movimiento. La decisión judicial puso fin a su confinamiento en un hotel de Punta Cana, donde había permanecido bajo vigilancia policial desde el inicio de la investigación.
Riibe, quien había sido retenido como «persona de interés» por las autoridades dominicanas, partió rumbo a Estados Unidos acompañado de su padre, Albert Riibe, quien llegó al país la semana pasada para apoyarlo. Según un breve comunicado emitido por los abogados del joven, ambos «se encuentran en estos momentos viajando de regreso a su hogar». Previo a su salida, Riibe obtuvo un nuevo pasaporte en la embajada de Estados Unidos en Santo Domingo, después de que las autoridades dominicanas confiscaran el original como parte del proceso investigativo. Medios locales reportaron que el vuelo tomado por Riibe tuvo como destino Puerto Rico, desde donde presumiblemente continuará su trayecto hacia el continente.
El caso que mantuvo a Riibe en el centro de la atención comenzó el 6 de marzo de 2025, cuando Sudiksha Konanki, una estudiante de 20 años de la Universidad de Pittsburgh, desapareció en la madrugada tras pasar tiempo con él en una playa privada del hotel Riu República, en Punta Cana. Ambos, que se hospedaban en el mismo resort durante sus vacaciones de primavera, se conocieron en el lugar. Según el testimonio de Riibe, él y Konanki fueron sorprendidos por una ola intensa mientras estaban en el agua, tras lo cual él logró regresar a la orilla, pero perdió de vista a la joven. Afirmó que pensó que ella había regresado a su habitación, solo para enterarse más tarde de su desaparición.
La investigación, que involucró a autoridades dominicanas, estadounidenses e incluso a la familia de Konanki, se centró inicialmente en la posibilidad de un ahogamiento accidental, aunque no se descartaron otras hipótesis. A pesar de los extensos esfuerzos de búsqueda por tierra, mar y aire, no se han encontrado rastros de Konanki. El martes 18 de marzo, un juez acogió una solicitud de habeas corpus presentada por la defensa de Riibe, argumentando que su detención en el hotel, sin cargos formales, era ilegal. La resolución permitió que el joven, estudiante de la Universidad St. Cloud State en Minnesota, recuperara su libertad de movimiento.
La salida de Riibe del país coincide con un giro en la postura de la familia de Konanki. El lunes, sus padres, Subbarayudu y SreeDevi Konanki, solicitaron a las autoridades dominicanas que declararan oficialmente la muerte de su hija, aceptando la versión de Riibe y la hipótesis de un ahogamiento, ante la falta de evidencia de juego sucio tras casi dos semanas de búsqueda. Esta petición marcó un punto de inflexión en el caso, que había generado especulaciones y atención mediática internacional.
Aunque Riibe nunca fue considerado formalmente un sospechoso por las autoridades dominicanas, su papel como la última persona conocida en estar con Konanki lo mantuvo bajo escrutinio. Su partida deja preguntas abiertas sobre el destino de la joven, mientras la investigación sigue en curso, ahora sin uno de sus testigos principales en territorio dominicano. La familia de Riibe, por su parte, ha expresado alivio por su regreso a casa, reiterando su solidaridad con los Konanki y su deseo de que se esclarezca lo sucedido.
LRS
