Por Víctor Manuel Peña
En toda sociedad organizada como Estado las libertades y los derechos de cada ser humano están consagrados en la Constitución.
El ser humano es totalmente libre para expresar soberanamente la autonomía de su voluntad.
Y eso es así tanto en la economía como en la política.
Es el Estado el más llamado a respetar la Constitución y lo que en ella se establece para regularlo todo.
Cuando un gobierno no cumple con sus funciones está violando el orden constitucional.
Eso significa que los recursos del Estado, que son recursos del pueblo, deben usarse siempre para propiciar el crecimiento económico, la estabilidad macroeconómica, el progreso y el bienestar de la gente.
El gobierno como administrador del Estado no debe impedir jamás que la autonomía de la voluntad de la gente se exprese soberana y libremente para tomar sus decisiones en tiempo de elecciones.
Usar recursos del presupuesto público para lacerar y destruir la autonomía de la voluntad de los ciudadanos o de la gente lo viola todo.
Ese desastre y tragedia mayúscula lo cometió o la cometió el gobierno o el desgobierno del PRM en las elecciones municipales del 18 de febrero pasado.
¡Así es muy fácil ganar unas «elecciones»!
Y por los delitos electorales cometidos en febrero 18 no hay nadie detenido ni perseguido.
Y aunque las elecciones presidenciales son esencialmente diferentes a las municipales, lo cierto es que el desgobierno del PRM piensa utilizar el mismo personal y las mismas estructuras y recursos para cometer los mismos delitos electorales.
En esta campaña electoral la oposición debe aplicar una estrategia diferente y dejarse sentir con fuerza en todo el país.
Y hay que asumir totalmente la defensa de la Constitución e impedir el avasallamiento de la gente para que no exprese de manera soberana y libre la autonomía de su voluntad.
Autor: Dr. Víctor Manuel Peña
