ASUNCIÓN.- Santiago Peña, un economista del conservador Partido Colorado, asume este martes un mandato de cinco años como presidente de Paraguay frente a mandatarios internacionales que incluyen a Alberto Fernández, en su primera actividad oficial tras el golpe al kirchnerismo en las PASO del domingo.
«Paraguay quiere convertirse en el centro de la integración latinoamericana. Por eso contribuiremos a mejorar el funcionamiento del Mercosur. Veo a aquí a los presidentes de Argentina [Alberto Fernández], Brasil [Luiz Inácio Lula da Silva] y Uruguay [Luis Lacalle Pou]… Somos la región del mundo con mayor potencial de desarrollo… pero tenemos que estar todos juntos», afirmó.
El nuevo mandatario paraguayo sostuvo que el proyecto representa para su país una oportunidad para consolidar su centralidad geográfica y para fortalecer la integración regional.
«Este corredor comercial impulsará el Mercosur y la Alianza del Pacífico, promoviendo un mayor acercamiento con ambos bloques», subrayó.
El presidente paraguayo indicó que quiere impulsar un modelo económico que sea «sostenible y justo». «Trabajaremos para construir una sociedad inclusiva, equitativa para que cada ciudadano pueda prosperar, creando políticas que respondan a las necesidades de los ciudadanos. (…) priorizaremos un modelo de desarrollo justo, sostenible y sustentable, privilegiando nuestro medio ambiente», afirmó.
Sostuvo que se debe «luchar contra la ignorancia y la falta de oportunidad» para alcanzar el «bienestar de la ciudadanía».
«Creemos que la erradicación de la pobreza se solucionará con economías abiertas. Creo en un Estado eficaz y eficiente, pero limitado (…) frente a los pobres no se hace retórica (…) nuestra intención es que funcione una red de protección social evitando la duplicación para que no propicie la corrupción. El foco es la persona vulnerable», agregó.
Anunció que se crearán 500.000 empleos «de calidad» en el sector privado. Por último, declaró que su Gobierno establecerá puentes de diálogo entre todos los sectores políticos con el objetivo de que el «bien común» no divida a los ciudadanos.
El nuevo Gobierno de Paraguay pretende que el país cumpla un rol protagónico en materia de acceso a agua, soberanía alimentaria y sostenibilidad energética, aseguró.
«Paraguay tiene que ser protagonista en acceso a agua, sostenibilidad energética y soberanía alimentaria. Nuestro subsuelo alberga la mayor cantidad de agua dulce, Paraguay es proveedor mundial de alimentos, puede producir alimentos para más de 100 millones de personas, en hidroenergía eléctrica, estamos decididos a avanzar hacia una mayor eficiencia y sostenibilidad energética», afirmó.
El mandatario sostuvo que estos temas son los tres «desafíos globales que generan tensiones geopolíticas». «Al ser Paraguay una potencia en estos asuntos, tenemos que ser los protagonistas a nivel internacional», reiteró.
El presidente Peña impulsará la cooperación internacional contra las redes criminales transnacionales, especialmente contra narcotráfico y trata de personas.
«Contra las redes criminales transnacionales en especial del narcotráfico y de la trata de personas, debemos mejorar nuestros mecanismos de cooperación regionales e internacionales, compatibilidad de los sistemas informáticos, agilidad en los controles aduaneros», dijo el mandatario.
El acto cuenta con la presencia de 100 delegaciones, cinco presidentes y tres vicepresidentes, entre otros altos funcionarios. En la ceremonia se encuentran los presidentes Alberto Fernández, de Argentina, Luis Arce, de Bolivia, Luiz Inácio Lula Da Silva, de Brasil, Gabriel Boric, de Chile y Luis Lacalle Pou, de Uruguay.
Asimismo, están presentes el rey de España, Felipe VI, el primer ministro de San Vicente y Granadinas, Ralph Gonsalves, y los vicepresidentes Alfredo Borrego Vega, de Ecuador, Félix Ulloa de El Salvador, y William Lai Ching-Te, de Taiwán.
Santiago Peña, de 44 años de edad, economista, exministro de Hacienda y militante del hegemónico Partido Colorado, asume este 15 de agosto la presidencia de Paraguay, cargo que ocupará hasta el 2028, tras haberse impuesto en las elecciones generales del pasado 30 de abril.