Son las 8 de la mañana. Me encuentro en el hospital desde la 7, se supone trabajando pero tengo un enfoque laser en la tele que veo desde mi estación de trabajo, viendo en aquel instante sin saber, siendo testigo de unos de los partidos más importantes y conmovedores de mi vida: la final de la copa mundial Argentina contra Francia.
La primera mitad del partido muchos momentos de gozos y gritos de alegría y esperanza, pero al llegar el segundo tiempo, los gozos se convirtieron en ansias y frustraciones. Viendo un equipo con tan gran ventaja perderla en un instante. Gol número 1 para Francia, minutos después gol número 2, el empate. El partido ya no estaba ganado para los Argentinos, solamente era el comienzo. Y así fue el desarrollo hasta el último segundo del partido.
La tensión, la agonía de estar ganando y en unos minutos tener que empezar de nuevo. !Que interesante! pienso yo, estoy viendo un partido tan similar a la vida; momentos que nos sentimos en la cima del mundo y de repente la vida nos da un golpe y nos sentimos destrozados. Pero, igual que Argentina, como los vencedores que somos nos paramos con más valentía y fuerza cada vez.
Qué tan fácil era para Argentina decir, bueno, por lo menos le ganamos en la primera mitad 2 goles a cero, ya hasta acá llegamos. Pero, ¿cómo llegamos a ver nuestro potencial si no sacamos desde abajo en los momentos más difíciles, seguir luchando por algo en que nosotros indudablemente creemos?.
Y esto fue exactamente lo que hizo Argentina desde el comienzo del partido, lo querían con más fervor, más fe, más confianza, un gol en mente y era para traer la copa para Argentina. Y con el penalty numero 4 se finalizó el partido, ganaron la copa.
Los ojos se me aguaron de felicidad, de alegría. ¿Por qué lágrimas? me pregunté. Ni soy argentino. Pero no tiene nada que ver con el país, tiene todo que ver con la cultura latina y mis raíces. Argentina le mostró al mundo que somos luchadores y no nos vencemos a pesar de muchos tratar de bajarnos de las nubes. Aquí seguimos, más fuertes que nunca.
Hoy no ha ganado solo Argentina, hoy ganamos todos juntos como latinos, debemos estar orgullosos y con el pecho en alto de la historia que se ha marcado hoy, una hazaña que nos enseña a todos que aunque hay momentos bajos en nuestra vida, siempre hay una luz al final del túnel.
Its never over until its over.
Miguel Angel Martinez -MD-
