CARACAS (AP) — La oposición venezolana representada en la Asamblea Nacional de 2015 se alista el jueves para iniciar un nuevo periodo de vigencia con el reto de dar forma a una comisión que se encargará de resguardar los activos en el exterior luego de la eliminación del gobierno interino que lideraba Juan Guaidó.
Los exdiputados que votaron hace una semana por la eliminación del interinato propusieron crear una comisión encargada de administrar los activos estatales en el exterior, manteniendo las juntas ad hoc del Banco Central de Venezuela y de la estatal petrolera PDVSA que controla la refinadora Citgo, con sede en Houston. Algunos exdiputados han advertido que sin el gobierno interino que funcionó desde 2019, los activos quedarían en peligro.
Estados Unidos, país que no reconoce a Nicolás Maduro como presidente legítimo, ratificó el martes su apoyo a la Asamblea Nacional de 2015 por considerarla la ”última institución democrática que queda en Venezuela” y reconoció su apoyo al acuerdo de la oposición de extender su mandato, informó la oficina del portavoz del Departamento de Estado. Esto incluye la decisión de dar fin a la figura de gobierno interino.
La Asamblea Nacional elegida en 2015 con mayoría opositora sigue funcionando de manera simbólica pese a que su mandato terminó en 2021 debido a que los opositores -muchos de ellos en el exilio- no reconocen como legítimas las elecciones de 2020 en las que la Asamblea Nacional se renovó y Maduro recuperó su control.
La Asamblea oficialista también se reunirá el jueves en Caracas para inaugurar un nuevo periodo legislativo en una sesión en la que se proponen instalar, elegir y juramentar a la junta directiva para el periodo 2023-2024. La Asamblea podría ratificar la junta directiva actual presidida por Jorge Rodríguez -aliado cercano de Maduro- o elegir una nueva.
A pesar de la crisis económica y política que atraviesa el país desde hace varios años, por la que más de siete millones de venezolanos han emigrado, Maduro continúa aferrado al poder. En los últimos meses ha intentado reconstruir su reconocimiento internacional y reanudado relaciones diplomáticas con países fronterizos como Colombia y Brasil.