Lineamientos generales /
La idea de esta premiación surge, a partir de que en la actualidad somos testigos de que la producción literaria, el quehacer artístico y, por ende el grueso de las expresiones culturales de las diferentes naciones que constituyen Iberoamérica y el Caribe están siendo conmovidas por un evidente destape de aberraciones y debilidades humanas; que a causa del empuje del desarrollo tecnológico se están erigiendo como modelos para la erradicación de valores considerablemente aceptables en estas sociedades.
A causa de esta verdad observamos con preocupación el arrollador desplazamiento que padecen las tradicionales manifestaciones artísticas, así como un incremento de la desvalorización y discriminación del quehacer literario en nuestra región.
Observamos que las amargas realidades referidas podrían ser parte de las causas fundamental para que cada día, reduzca el numero de consumidores de buen arte y del producto literario.
La falta de estímulo, unido a la discriminación en materia de reconocimiento y valoración de nuestros artistas, de nuestros promotores culturales y generadores literarios son males que han sepultado a valiosas y valiosos intelectuales, muchos con una amplia gama de obras y gestiones dignas de ponderación.
Podemos asegurar que suman cientos los intelectuales sumergidos cuasi en el anonimato a causa de la indolencia y que respecto a la generalidad de los casos, tiene su origen en un consciente sesgo ideológico desfazado.
Precisamente, durante el pasado programa, Ilusiones y Poesías, volvimos a discutir el tema de los premios literarios tradicionales y, el grueso de los participantes en el referido espacio cultural coincidieron en que trabajadores la palabra, como Pedro Mir y el profesor Juan Bosch, con obras notoriamente contundentes, no fueron distinguidos en la dimensión que demandaba y demanda sus legados.
Lo propio argumentamos de la escritora Carmen Natalia Martínez, cuya labor creativa es considerable, pero quienes aplican políticas de premiación la olvidaron.
El caso de los escritores indicados no es único en nuestra región. Esa situación se verifica en el grueso de nuestras naciones, por lo que constituye un mal de fondo que junto a la debacle que afecta a todo el quehacer artístico-cultural, demanda, por lo menos una reacción, una campanada en procura aportar algo al rescate de lo mejor nuestra supraestructura intelectual.
Creo que debe haber una respuesta a la degradación musical que apaña nuestro folklor, a la degradación que importantiza en grado sumo el destape en Tic Toc y la vulgaridad en las otras redes sociales, mientras se devalúa el accionar de los valores de la enseñanza y la decencia que encarnan los forjadores de literatura.
Entiendo impostergable trabajar para estimular y reconocer desde una óptica postmoderna, al más alto nivel, las obras de nuestros intelectuales, de nuestros promotores culturales y artistas.
Creo que fundamentado en estas ideas primarias debe erguirse el nuevo premio Carmen Natalia, que a su vez, debe contemplar la creación de un concurso en interés de contribuir con la difusión y ponderación de las nuevas generaciones.
El premio tendrá su asiento fundamental aquí en Estados Unidos, porque este país juega un rol estratégico de primer nivel para la consecución de una mayor posibilidad de mundialización de las obras de los creadores.
El premio Carmen Natalia Martínez será un reconocimiento, de entrada, a la obra de esta escritora dominicana que vivió gran parte de su existencia en el exilio a causa de su lucha contra Trujillo.
Es de interés para la fluidez de la premiación contar con representación en los distintos países de nuestro continente, cuyas tareas deben concentrarse, entre otras, previo estudio y ponderación en presentar ternas, o quinternas de las categorías de las premiaciones y del concurso.
NOTA:
No abundé sobre la obra de Carmen Natalia, porque solo quise hacer una pincelada general de lo que será la premiación que nos ocupa, en la idea de que los demás miembros de esta nueva y honorable entidad tengan suficiente espacio para corregir y enriquecer lo que debe ser una declaración de principios que de soporte a las bases de la referida premiación.
Con afectos y alta estima
Carlos Márquez