SANTO DOMINGO.- Un proyecto de ley para un impuesto adicional de 20 %, que busca regular la producción y la comercialización de las bebidas azucaradas, edulcoradas, carbonatadas y energizantes, fue depositada en el Congreso por el diputado Hamlet Melo, del partido Fuerza del Pueblo.
«El impuesto que se refiere esta ley se aplicará sin perjuicio de la imposición de otros impuestos que graven este tipo de bebidas», establece uno de los artículos de la pieza. Actualmente ese tipo de bebida tiene un gravamen de 18%.
Los recursos que se recauden cuando se cobre el nuevo impuesto de 20% serán repartidos en al menos cinco áreas: 50% para el programa de departamento de enfermedades crónicas del Ministerio de Salud, 20% al Ministerio de Deportes para programas de actividad física, 10% para organizaciones no gubernamentales que trabajen contra la obesidad o la diabetes y 5% para el Ministerio de Medio Ambiente y sus programas del uso de envases plásticos.
El proyecto dispone que el el 5% de este impuesto se destinara para la Asociación de Enfermos con insuficiencia renal, 5% para el Instituto Nacional de Coordinación de Trasplante (Incort) y un 5% para el Instituto Nacional de Protección de los Derechos del Consumidor (Pro Consumidor).La ley en cuestion prohíbe la publicidad radial y televisada de bebidas edulcoradas y azucaradas de 6:00 a.m. a 9:00 p.m. de lunes a viernes. Mientras que los fines de semana queda prohibida de 7:00 a.m. a 10:00 p.m.
El artículo donde se resalta la prohibición destaca que toda publicidad contendrá una nota final que diga: «consumir este producto causa diabetes, hipertensión y cáncer».
El proyecto de ley, que ya se estudia en una comisión de la Cámara de Diputados, prohíbe la venta de refrescos en las escuelas y en otras instituciones educativas destinadas a menores de 18 años, sin importar si son públicas o privadas.
Asimismo, ordena que los establecimientos comerciales ubicados a 50 metros o menos de las verjas de las escuelas no podrán expender bebidas azucaradas, edulcoradas o carbonatadas.
También la nueva ley prohibiría la venta de refrescos y bebidas energizantes en envases superiores a las 16 onzas fluidas, mientras que en los restaurantes y puestos de comida rápida no podrán brindar la bebida en envases mayores a las 12 onzas.
Para el cumplimiento de la ley, el proyecto dispone que los restaurantes donde se venda refrescos, tengan por obligación recipientes o dispensadores con agua potable cerca de las mesas.
El proponente alega que es necesario crear conciencia sobre el elevado consumo de bebidas gaseosas que existe en República Dominicana y sus consecuencias para la salud.
«La ingesta menor de calcio debido al consumo de bebidas carbonatadas se asocia a mayor cantidad de fracturas óseas entre los niños y adolescentes», sostiene el legislador en su propuesta.