El presidente ruso, Vladimir Putin, manifestó este jueves su disposición a entablar un diálogo diplomático sobre la situación en Ucrania y a conversar con el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump. Sin embargo, también destacó la capacidad del nuevo misil hipersónico ruso, Oreshnik, proponiendo un desafío a los sistemas de defensa antimisiles estadounidenses.
Durante su tradicional conferencia anual, Putin adoptó un tono tanto conciliador como desafiante. Afirmó estar dispuesto a buscar acuerdos con Ucrania, siempre que la contraparte también muestre interés en negociar. Paralelamente, propuso un “duelo de misiles” para demostrar la superioridad del Oreshnik, asegurando que puede superar cualquier sistema defensivo estadounidense. Incluso sugirió elegir un objetivo protegido por misiles de EE. UU. para probar su afirmación.
Sobre el conflicto en Ucrania, Putin señaló que “la situación está cambiando significativamente” y que se están logrando avances diarios. Aunque evitó detallar cuándo se alcanzará el control total de la región de Kursk, expresó optimismo sobre el desenlace favorable para Rusia.
En cuanto a sus relaciones con Estados Unidos, el mandatario ruso indicó que no ha tenido contacto reciente con Trump, pero aseguró estar listo para reunirse con él en cualquier momento. “Si algún día nos encontramos, estoy seguro de que tendremos mucho de qué hablar”, afirmó.
Putin también abordó la situación en Siria, asegurando que Rusia no ha sido derrotada en ese conflicto y mencionando la posibilidad de una reunión con el presidente sirio, Bashar al Asad.
Respecto a la economía rusa, aunque la calificó como “estable”, admitió señales de sobrecalentamiento que podrían estar impulsando la alta inflación. En relación con el asesinato del general Igor Kirillov, lo describió como un acto terrorista y criticó la falta de condena por parte de los países occidentales hacia estos ataques.
La conferencia dejó entrever el enfoque estratégico de Putin: una combinación de disposición al diálogo en ciertos frentes y firmeza en la defensa de los intereses rusos, tanto militares como económicos.
