Washington quiere ocultar información sobre la posible implicación de las agencias de inteligencia estadounidenses en la voladura de los gasoductos Nord Stream, declaró el miércoles la Embajada de Rusia en EE.UU.
Al comentar las declaraciones de la Casa Blanca sobre la supuesta suficiencia de las investigaciones «independientes» sobre el sabotaje que están llevando a cabo diversos países europeos, la misión diplomática señaló: «Vemos en ello un intento evidente […] de ‘frenar’ la información de periodistas respetados sobre la posible implicación directa de los servicios secretos estadounidenses en la organización del ‘crimen del siglo’ contra la infraestructura crítica en el mar Báltico».
Desde la embajada apuntaron que Washington solo intenta «esconderse tras las acciones de sus aliados» y hacer todo lo posible para impedir los esfuerzos imparciales que puedan establecer las verdaderas circunstancias del sabotaje.
Asimismo, la misión diplomática considera que las afirmaciones de la Administración Biden de que confía plenamente en las «exhaustivas» investigaciones de personas afines «no valen un céntimo», especialmente a la vista de su negativa a que Rusia, propietaria de los gasoductos, participe en la investigación.
Además, la embajada condena el silencio total sobre los posibles daños colosales al medio ambiente que podría provocar la voladura de las tuberías.
«Nos gustaría recordar los cientos de miles de municiones químicas tóxicas vertidas en el fondo del mar Báltico tras la Segunda Guerra Mundial. […] Teniendo en cuenta el estado de deterioro de los proyectiles, las explosiones en esta zona amenazan con provocar una catástrofe ecológica sin precedentes y daños irreparables a los Estados de la región. Queda por ver si los autores [del sabotaje] habían previsto estos riesgos», concluyen los diplomáticos rusos.
La declaración de la Embajada de Rusia se hace pública un día después de que el Consejo de Seguridad de la ONU no aprobara un proyecto de resolución ruso-chino que instaba a realizar una investigación internacional de las explosiones ocurridas en los gasoductos Nord Stream 1 y 2 el año pasado.