El Ministerio de Defensa de Rusa ha informado que sus Fuerzas Armadas atacaron la noche del lunes al martes con armas de precisión instalaciones en las que se preparaban actos terroristas por parte de Ucrania, así como lugares donde se fabricaban drones marinos cerca de la ciudad de Odesa. Según el organismo, se trata de «un golpe de represalia».
Asimismo, el Ministerio comunicó que cerca de las ciudades de Nikoláyev y Odesa fueron destruidas instalaciones de almacenamiento de combustible con un volumen total de unas 70.000 toneladas, que servían de suministro para los equipos militares de las Fuerzas Armadas de Ucrania.
«Todos los objetivos previstos para el ataque fueron alcanzados. Se registraron incendios y detonaciones en los objetivos destruidos», reza el comunicado.
En total, en las últimas 24 horas, las fuerzas de defensa antiaérea rusas destruyeron 43 drones ucranianos e interceptaron tres proyectiles del sistema lanzacohetes múltiple HIMARS, detalló la institución.
La madrugada de este lunes se produjo un ataque al puente de Crimea que dejó dos personas muertas, una menor herida y provocó la paralización del tránsito en la vía. Desde Moscú atribuyeron el ataque a los servicios especiales ucranianos.
El presidente ruso, Vladímir Putin, destacó que se trata de «un crimen sin sentido» y «violento», ya que esa infraestructura no se utiliza para el transporte de equipos militares y porque los civiles fueron afectados, al tiempo que subrayó que «habrá una respuesta por parte de Rusia».
Asimismo, la madrugada este martes, Rusia frustró un intento del régimen de Kiev de llevar a cabo un «atentado terrorista» con 28 drones contra instalaciones en el territorio de Crimea, según el Ministerio de Defensa.
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