Por José Mercader
-El tabaco del Nuevo Mundo enriqueció muchísimo más a españoles, ingleses y holandeses que el oro que ellos buscaban-
Hay ciudades que por su actividad o producción destacada se convierten en capitales indiscutibles relacionadas a ese producto. Hay otras que entran en competencia y nos obligan a pensar y poner en las balanzas para ver cuál tiene más peso, más argumentos que justifiquen tales asignaciones.
Por ejemplo, los latinos inmigrantes en Quebec, Canadá, que duran muy poco porque se van volando a Montreal o al mismo New York, no cesan de calificarla de “la capital mundial del frío” y nadie ha podido rebatir tal concepto. A Hawai se le llama “la capital mundial de la ola” para beneficio y provecho de los surfistas. A Vietnam se le reconoce como “capital mundial del valor” por la resistencia a la inmensa cantidad de bombardeos y la victoria sobre el Ejército de los Estados Unidos. Estambul es considerada la de los gatos porque estos andan libres en la ciudad sin ser molestados por nadie y alimentados con un presupuesto del Ayuntamiento que tiene lugares específicos para depositar, regularmente y con la frecuencia requerida, sus alimentos.
¿Pero cómo se convirtió Tamboril en la capital mundial del cigarro si ocupa un lugar tan lejano entre los países que más cultivan tabaco?
Con la división de la isla en cinco cacicazgos a la llegada de Colón, este advirtió que en la canoa que se acercó a la Santa María, los indios llevaban la hoja del tabaco como si fuera un tesoro, según el historiador Fray Cipriano de Utrera. Y en realidad lo era. El tabaco del Nuevo Mundo enriqueció muchísimo más a Europa que el oro que ellos buscaban como un bombero el aire, en medio de un incendio.
Tanto los españoles, ingleses como holandeses, hicieron del tabaco el vicio imprescindible que ayudaba a matar el tedio de quien tiene una vida sin objetivos ni sentido y su filosofía coincidió con la enunciada en una canción de 1922 de Juan Viladomat Masanas que interpretó Sarita Montiel y Libertad Lamarque hasta empalagarnos por años, …fumar es un placer genial, sensual… Y mientras fumo/mi vida no consumo/porque flotando el humo/me suelo adormecer…
Para 1527 la cultura del tabaco ya era una realidad para los españoles y Francis Drake, reconocido como un “sir” por los ingleses, no fue más que un pirata sin escrúpulos que arrasó los rústicos poblados cual Atila, pero en barco. Aparte de llevarse el oro, llevó el tabaco a Inglaterra que la enriqueció más y la convirtió en la potencia invencible de entonces. Solo la lejanía y el ejército de esclavos que tenía Washington impidieron que no pudieran evitar la independencia.
Para 1614 se estableció una ruta desde el puerto inglés de Glasgow en Inglaterra hasta Jamestown, Virginia, en la costa este de los Estados Unidos. Ya para el año 1680 se llevaba 25 millones de libras por año y para 1770, subió a 40 millones que solo se detuvo por el inicio de la Guerra de Independencia de los Estados Unidos en 1775, que al final quebró el negocio.
La ganancia de Europa era enorme porque el costo de producción era mínimo por la esclavitud. De manera que la deuda del Viejo Continente con el Americano no es solo por las masacres de indígenas, sino por el robo de los recursos naturales y específicamente por los miles de millones de tabaco que les generó cuantiosas e incalculables ganancias como le explicó Galeano en su “Venas Abiertas” lo que explica el desarrollo de aquel y el atraso de este.
En la región del Cibao y específicamente en Tamboril, el cultivo de esta planta superó a cualquier otra, incluyendo la lechuga. Esta región es la más rica del país y ocupa el norte y parte del este, desde Samaná a Montecristi, incluyendo el valle fértil entre las dos cordilleras. Era el cacicazgo de Maguá gobernado por Guarionex.
Desde esa época se destaca la región. Maguá significa piedra y Cibao lugar de piedras. Pero no se refiere a cualquier piedra, significa la piedra que parece un caramelo, el ámbar de la cordillera Septentrional. Siempre nos han dicho que la isla era llamada Haití o Quisqueya, cuando en realidad los taínos la llamaban CIBAO. Y el tabaco de este cacicazgo, no solo era un acompañante embriagador, sino un excelente ahuyentador de mosca, mosquitos y mayi que siguen siendo una plaga por Punta Rucia (con C) y playa Paraíso.
No es casual que una de las más grandes empresas, La Aurora, se nutriera de la producción de este municipio el que ha mantenido su primacía. Cada cual cuenta el cuento a su manera, explicó Yunén tarareando a La Lupe.
Cuando La Habanera fue fundada en 1901 en la calle San Luis por Alberto Ramírez y Francisco Pimentel, contó con el tabaco de Tamboril, Don Pedro, Guazumal, Gurabo, Hato del Yaque, La Canela, Las Lagunas (hoy Villa González). El alemán Richard Söllner la adquirió junto al italiano Anselmo Copello (el mismo del edificio Copello de la calle del Conde). En 1914 La Habanera se convirtió en la CAT, Compañía Anónima Tabacalera que fue adquirida por Trujillo años más tarde.
En Tamboril se fabricaban los cigarros Dájer, que junto al salchichón y el chocolate, fortalecieron la industria del pueblo cuando todavía el tren pasaba fumando por sus laterales.
Se puede decir que cualquier tamborileño ha trabajado alguna vez en una de las más de 60 fábricas que han existido en el municipio.
Los cigarros de Pulita consiguieron en su hijo Radhamés un fiel seguidor no solo por la cantidad producida, sino por su calidad. Sus marcas más destacadas son el Buffalo Ten y el “Big Papi” en honor al expelotero David Ortiz.
De los tantos cigarreros, todos de buena calidad, hay que mencionar al “otro Radhamés”, a Radhamés Pérez con sus cigarros Headlines Page 2, como insignia. En Canca a Altagracia Ovalles que es una institución tabaquera cuyos cigarros Cojimar ponen a repetir la estrofa de la canción citada “…Por eso estando mi bien/es mi fumar un edén…
Remberto Estrella Gómez, instalado en Pontezuela, es quien produce los cigarros más musicales, Bachata Cigars, Salsa Cigars, Mambo, Potpourri, etc. Para sumarse, junto a Guillermo León, al batallón de cigarros de buena calidad.
Es muy difícil establecer la cantidad de gente que vive del tabaco, ya sea como empleado de las fábricas establecidas o como simple productor individual porque en cada patio se fabrica cigarro aunque sea pachuché, túbano o gavillero de a cinco pesos para el detalle de pulperías locales.
Si nos fijamos en las estadísticas de producción mundial veremos que China produce casi tres millones de toneladas por año y son los más interesados en comprar tabaco y cigarro como quedó demostrado en la 1ra. INTERNATIONAL CIGAR EXPO en la ciudad de Shenzhen. Aunque el 80 % de los cigarros nuestros van a los Estados Unidos, hay que notar que el comercio con China, entre 2012 y 2019 creció en un 20 %. La mayor producción de cigarros elaborados a mano sale de las fábricas de Tamboril y se calcula en unos 6 mil millones de unidades de cigarros cuyo 20 % es totalmente realizado manualmente.
Con una historia y una situación similar, no hay la menor duda, Tamboril es “La capital mundial del cigarro”. Se lo digo yo, que soy fumador y de esos laos.