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FLORIDA – Estados Unidos se complace en anunciar la candidatura de Rosa María Payá para servir como miembro de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para las elecciones que se celebrarán durante la Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) de 2025 en Antigua y Barbuda el 27 de junio.
Rosa María Payá es una defensora de la democracia, líder de derechos humanos y experta en políticas latinoamericanas de prestigio internacional, reconocida por su labor en la promoción de la libertad, los derechos humanos y la gobernabilidad democrática en el hemisferio occidental.
Se desempeña como Directora Ejecutiva de la Fundación para la Democracia Panamericana, donde colabora con legisladores para promover la seguridad regional, los derechos humanos y la estabilidad democrática.
Como fundadora de Cuba Decide, lidera el movimiento prodemocracia más prominente, uniendo a la sociedad civil cubana, activistas y grupos de oposición para exigir un cambio político mediante un plebiscito vinculante. Hija del fallecido Oswaldo Payá, ganador del Premio Sájarov y asesinado por el régimen cubano, Rosa María ha continuado su legado a favor de la libertad con una determinación sin igual.
Entre sus galardones se incluyen el Premio Morris Abram de Derechos Humanos (2019) y el Premio al Valor de la Sociedad del Sentido Común (2022).
La CIDH, independiente y autónoma, promueve y defiende los derechos humanos en todos los Estados miembros de la OEA. Impacta miles de vidas en el hemisferio mediante la publicación de informes sobre peticiones y casos, así como recomendaciones a los Estados miembros de la OEA para mejorar la situación de los derechos humanos en sus países.
Durante los últimos 65 años, la CIDH ha desempeñado un papel fundamental en el seguimiento y apoyo al cumplimiento de los compromisos y obligaciones de los Estados miembros de la OEA en materia de derechos humanos. Sus siete Comisionados son reconocidos expertos en derechos humanos, elegidos a título personal, no como representantes de los gobiernos.
Esta autonomía política y objetividad distinguen a la CIDH como un órgano líder en materia de derechos humanos.
La promoción de los derechos humanos y las libertades fundamentales, consagrados en la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre y la Carta Democrática Interamericana, es un pilar de la política exterior estadounidense. Estados Unidos se complace en apoyar firmemente a la CIDH y se compromete a seguir apoyando su labor y su independencia.
Preservar la autonomía de la CIDH es un pilar de nuestra política de derechos humanos en la región.