HIGUEY.- El Juzgado de la Oficina Jurídica de Atención Permanente de La Altagracia ordenó el arresto contra el sargento mayor Miguel Ángel Familia, los sargentos Jiménez Reina y Berroa Berroa, la agente Sobeida González, los cabos Félix Pineda y Fortuoso Moni, el raso Aybar Mercedes y el oficial del día Rafael Mejía,que el pasado jueves agredieron a la fiscal de La Romana, Carol Morla Rodríguez, en Higüey.
El documento firmado por los fiscales Roberto Santos Pacheco, Claudia Lorena Garrido y Ronny Jordany M. indica que la revisión de los arrestos debe hacerse en la Fiscalía de La Altagracia.
Morla Rodríguez, envuelta en un incidente con seis policías que la esposaron y apresaron en un destacamento de La Romana porque transitaba en un carro sin placa, denunció que los agentes actuaron de manera “imprudente, agresiva e intimidante”.
El pasado jueves, alrededor de las 11:00 de la noche, Morla Rodríguez fue detenida por una patrulla porque el vehículo en que viajaba no tenía placa.
Según la propia fiscal, la patrulla le hizo cambio de luces y por el parlante le ordenó que detuviera la marcha, por lo que orilló el vehículo, un Hyundai Y20, gris.
Dijo que los policías que viajaban en la parte de atrás de la patrulla portaban armas largas y cortas y la encañonaron.
En un documento preliminar la funcionaria señala que que se identificó y dijo a los agentes que era fiscalizadora, que regresaba de una asignación como Ministerio Público, que el carro fue asignado por la Fiscalía y que se dirigía a su residencia después del trabajo, pero los policías respondieron de manera “agresiva e intimidante” y le contestaron que eso no le daba derecho a andar a esa hora en el vehículo sin placa.
Añade que a pesar de haberse identificado los policías continuaron apuntándole con las armas de fuego, por lo que se desmontó del vehículo con su documentación en manos para mostrarla al oficial que le estaba hablando. Declara que el policía le dijo que eso no importaba y que estaba detenida.
Explica que, debido al ambiente agresivo y la situación emocional, optó por decirles a los policías que no era la forma de abordarla y que se iba a dirigir al cuartel de la Policía, donde esperaba que le dieran el trato adecuado.
Agrega que cuando llegó al destacamento y estacionó el vehículo para hablar con los oficiales superiores, fue humillada y esposada por los agentes, quienes trataron de trasladarla en calidad de detenida a una cárcel de la ciudad.