Son muchos los misterios que rodean al hundimiento del superyate Bayesian en Sicilia. La investigación que se ha abierto y la recuperación del velero con su caja negra podrá aclarar las verdaderas causas del naufragio. Los buzos del Cuerpo de Bomberos ya trabajan para sacarlo a la superficie. Pero los secretos sobre las actividades del magnate británico Mike Lynch, propietario del velero de 56 metros, probablemente permanecerán desconocidos para siempre, porque son, ante todo, secretos de Estado. Muchos y muy importantes son los vínculos de Lych con el mundo de los espías, en particular los británicos, estadounidense e israelíes, según destacan medios periodísticos.
Cinco fallecidos y un desaparecido. Es el último recuento tras el naufragio del Bayesian, el yate en el que veraneaba el millonario Mike Lynch, más conocido como el ‘Bill Gates británico’, y que se encontraba anclado en las costas de Palermo el pasado día 19 cuando una tromba marina lo embistió durante la noche. El navío viajaba con 22 personas, 10 tripulantes y 12 pasajeros, entre los que se encontraban el magnate tecnológico Mike Lynch, su mujer, Ángela Bacares (la única rescatada con vida), y su hija Hanna; el presidente de Morgan Stanley International, Jonathan Bloomer, y su esposa, Judy; y Chris Morvillo, abogado estadounidense de Lynch, con su esposa, Neda.
Las autoridades continúan la labores de rescate mientras los expertos explican qué ocurrió aquella fatídica noche. De acuerdo con la aplicación de seguimiento satelital Vesselfinder, la embarcación dejó el puerto de Sicilia el 14 de agosto y su último registro fue al este de Palermo en la tarde de este domingo, con estatus de «anclado». El yate fue embestido por un tornado sobre el agua, conocido como una ‘tromba marina’, que lo volcó hacia un lado. «El viento era muy fuerte: no era normal, ni un torbellino, ni un tornado», atestigua Giuseppe Cefalù, un pescador de Porticello que fue de los primeros en prestar ayuda tras el naufragio. «Aquí nunca se había visto algo así», añade.
Dos circunstancias propiciaron la tragedia: la primera, que las puertas y escotillas de la embarcación estaban abiertas debido a las altas temperaturas, por lo que el agua entró rápidamente en el interior del barco una vez volcado. La segunda, el mástil de 76 metros, el segundo más alto del mundo, que actuó como una vela. «Lo que creo es que el barco fue golpeado muy fuerte por el viento, lo que lo hizo voltear hacia el costado», ha explicado Sam Jefferson, editor de la revista de navegación Sailing Today: «Me imagino que todas las puertas estaban abiertas porque hacía calor, entonces había suficientes espacios abiertos que permitieron que la embarcación se llenara muy rápido de agua. El mástil empujó el barco con fuerza hacia un costado. Actuó casi como una vela. El yate se habría llenado de agua antes de que pudiera volver a su posición normal».
Por otro lado, Andrea Ratti, profesor del Politécnico de Milán donde dirige un máster en diseño de yates para arquitectos e ingenieros náuticos, apunta: «El mástil está intacto. Desde un punto de vista teórico, es muy difícil que se rompa, incluso de un tamaño como ese, pero también es cierto que el Bayesian se encontró de repente dentro de un torbellino y bajo fuerzas ascendentes y descendentes que alteraron todos los equilibrios. Incluso de un barco tan bien hecho como éste y diseñado por un profesional de gran experiencia como Ron Holland», ha dicho. «Un barco así no se hunde tan rápido sin una vía de agua. Tal vez la rotura de ventanas, tal vez puertas abiertas… Podría haber entrado una cantidad significativa de agua», asegura.
Salvatore Cocina, director general de Protección Civil de la Región de Sicilia, asegura que «estaba en el lugar equivocado en el momento equivocado», mientras que Rosario Marretta, profesor de Dinámica de Fluidos Computacional de la Universidad de Palermo, señala que «hay que preguntarse por qué, con un parte meteorológico que empeoraba bruscamente, el barco se encontraba en plena noche a una distancia que no era de seguridad respecto a la costa».