InicioCHINAGEOPOLITICA, ECONOMIA Y CONTROL MEDIATICO

GEOPOLITICA, ECONOMIA Y CONTROL MEDIATICO

-

-«Derrocamos Democracias que funcionaban en más de 20 países, manipulamos elecciones, creamos ejércitos contra gobiernos enemigos, financiamos conflictos raciales y étnicos… La CIA mató a más de 6 millones de personas». John Stockwell, oficial de la CIA durante 13 años, denunciando que EEUU mató al menos a 6 millones de personas a base de golpes de estado y cambios de regímenes políticos en todo el globo, hasta el año 1989. Desde 2001, al menos 4,5 millones de personas más fueron asesinados por el imperialismo estadounidense, según la Universidad de Brown. Pero estos verdaderos millones de muertos, a diferencia de los trillones del comunismo, casualmente no son promocionados nunca por la «prensa»-

La cita que precede es una de las tantas denuncias que han surgido sobre las operaciones encubiertas de la CIA y el intervencionismo de EE.UU. en diversos países del mundo. Stockwell, quien trabajó en la Agencia durante 13 años y llegó a ser director de una unidad en Angola, denunció públicamente cómo EE.UU. llevó a cabo golpes de Estado, manipulaciones electorales y financiamiento de conflictos con el objetivo de asegurar sus intereses geopolíticos y económicos.

Por otro lado, la cifra de 4,5 millones de muertes desde 2001 atribuida al intervencionismo estadounidense proviene de investigaciones como las del Costs of War Project de la Universidad de Brown. Este estudio analiza los efectos de las guerras en Irak, Afganistán, Siria, Yemen y otras zonas de conflicto generadas tras los ataques del 11 de septiembre de 2001.

El tema del tratamiento mediático de estos conflictos es también una cuestión clave. Mientras que las atrocidades cometidas por regímenes comunistas han sido ampliamente documentadas y difundidas, las intervenciones militares de EE.UU. y sus consecuencias muchas veces reciben menos atención en los grandes medios de comunicación occidentales, lo que ha generado críticas sobre la selectividad de la información presentada al público.

El intervencionismo de EE.UU. y su impacto en la estabilidad global es un tema complejo que combina geopolítica, economía y control mediático. Para un análisis más profundo, desglosaremos tres aspectos clave:

Desde su fundación en 1947, la CIA ha estado involucrada en operaciones clandestinas para derrocar gobiernos, influir en elecciones y sostener regímenes aliados a los intereses de Washington. Algunos de los casos más notorios incluyen:

Irán (1953): La CIA orquestó el golpe contra el primer ministro Mohammad Mossadegh, quien había nacionalizado la industria petrolera, restaurando al Sha de Irán, aliado de EE.UU.

Guatemala (1954): Derrocamiento de Jacobo Árbenz por su intento de redistribuir tierras, afectando los intereses de la United Fruit Company.

Chile (1973): Apoyo al golpe de Estado contra Salvador Allende, facilitando la llegada al poder de Augusto Pinochet.

Nicaragua (1980s): Financiamiento de la guerrilla de los «Contras» contra el gobierno sandinista, en el marco de la Guerra Fría.

Afganistán (1980s): Apoyo a los muyahidines contra la ocupación soviética, que terminó fortaleciendo a grupos extremistas como Al-Qaeda.

Estas intervenciones solían justificarse como parte de la lucha contra el comunismo, pero en la práctica respondían a intereses económicos y estratégicos, asegurando acceso a recursos naturales y mercados favorables.

Desde 2001, EE.UU. ha lanzado campañas militares en el Medio Oriente y otras regiones, bajo la justificación de la «guerra contra el terrorismo». Según el Costs of War Project de la Universidad de Brown, al menos 4,5 millones de personas han muerto como consecuencia directa e indirecta de estas guerras.

Algunos datos clave incluyen:

Irak: Más de 1 millón de muertes tras la invasión de 2003, que se justificó con la falsa premisa de «armas de destrucción masiva».

Afganistán: 240,000 muertos directos en el conflicto hasta la retirada de EE.UU. en 2021.

Yemen: Intervención indirecta a través del apoyo a la coalición saudí, causando una de las peores crisis humanitarias del mundo.

Además de las víctimas directas, las secuelas incluyen destrucción de infraestructuras, desplazamientos masivos y crisis económicas que afectan a generaciones enteras. Uno de los aspectos más notables es cómo estos crímenes y sus consecuencias rara vez son cubiertos con la misma intensidad que los cometidos por otros regímenes.

Empresas como CNN, The New York Times o Fox News han sido acusadas de actuar como voceros del establishment, justificando las guerras o minimizando sus efectos.

Películas y series de Hollywood se encargan a menudo de glorifican la intervención militar de EE.UU., reforzando la idea de que siempre actúa como el «héroe» global.

Informes como los «Afghanistan Papers» revelaron cómo se ocultaron fracasos y crímenes de guerra para mantener la narrativa oficial.

El intervencionismo estadounidense ha dejado un rastro de desestabilización, muerte y sufrimiento en múltiples regiones del mundo. Sin embargo, la forma en que estos crímenes son percibidos o ignorados está directamente influenciada por el control de la información y la hegemonía mediática de Occidente.

En la primera gestion de Donald Trump se intentó proyectar una imagen de no-intervencionismo, repitiendo su lema de «America First». Sin embargo, mantuvo y en algunos casos intensificó las estrategias tradicionales del imperialismo estadounidense.

Menos intervención militar directa, pero más sanciones económicas: Trump retiró tropas de Siria y Afganistán, pero aumentó las sanciones contra Irán, Venezuela, China y Cuba, asfixiando económicamente a estos países. Uso de mercenarios y bombardeos: Redujo el número de soldados desplegados, pero autorizó un aumento en bombardeos con drones, especialmente en Afganistán, Somalia y Yemen.

Ordenó el asesinato del general iraní Qasem Soleimani en 2020, lo que casi desata una guerra con Irán, y mantuvo  un fuerte respaldo a Arabia Saudita e Israel, aumentando la presión sobre Palestina e Irán.

En su actual gestion, Donald Trump ha criticado la guerra en Ucrania y dijo que acabaría con el conflicto en 24 horas, posiblemente reduciendo el apoyo a Zelenski; ha amenazado con sanciones y restricciones comerciales como arma principal, aumentando la presión sobre China, Irán y Venezuela.

Ha insinuado que podría reducir el papel de EE.UU. en la OTAN, debilitando su influencia en Europa, y hasta podría enfocarse en reforzar el control dentro de EE.UU., con políticas antiinmigración y mayor represión a protestas y movimientos progresistas.

Es poco probable que Trump elimine el intervencionismo estadounidense, pero sí podría modificar su forma: menos tropas en terreno, más presión económica, y un enfoque más transaccional en la política exterior.

En otras palabras, el imperialismo estadounidense no desaparecerá, solo parece transformarse en un modelo más económico y menos militarizado.

Related articles

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Stay Connected

0SeguidoresSeguir
3,912SeguidoresSeguir
22,200SuscriptoresSuscribirte

Latest posts