El Gobierno de Bolivia anunció este martes que ha decidido romper relaciones diplomáticas con el Estado de Israel, al considerar que se cometen crímenes de guerra en la Franja de Gaza contra el pueblo palestino.
La ministra de la Presidencia, María Nela Prada, junto al vicecanciller, Freddy Mamani, brindaron una conferencia de prensa en la que argumentaron la determinación, consecuente con los principios y propósitos de la carta de Naciones Unidas (ONU), los derechos a la vida, la paz y la libertad y en rechazo a los «tratos crueles, inhumanos y degradantes».
«En el marco de su posición principista de respeto a la vida estamos remitiendo esta comunicación oficial al Estado de Israel, donde hacemos conocer nuestra decisión como Estado Plurinacional de Bolivia de romper relaciones diplomáticas con Israel», dijo Mamani en un mensaje a la nación.
Los funcionarios explicaron que Bolivia toma esta decisión «en repudio y condena a la agresiva y desproporcionada ofensiva militar israelí, que se realiza en la Franja de Gaza y la amenaza de la paz y la seguridad internacionales», en el marco del conflicto en Medio Oriente.
Durante el anuncio, la ministra Prada calificó los ataques de Israel contra el pueblo palestino como «crímenes de lesa humanidad», y exhigió el cese de las agresiones. Asimismo, informó que la nación andina hará llegar ayuda humanitaria a los afectados en la región, a través del Ministerio de Defensa.
Tras la ruptura de relaciones, la embajadora de Bolivia en Rusia, María Luisa Ramos, explicó a RT que su país «no hace cálculos políticos, y se encuentra indignado, como todo el mundo», por lo que sucede en Palestina.
A su vez, Ramos señaló que la nación latinoamericana insta a la comunidad internacional a «frenar este genocidio y sancionar los crímenes de guerra» cometidos por el Estado de Israel.
En 2009, Bolivia también rompió relaciones diplomáticas debido a las acciones israelíes de la operación Plomo Fundido en el enclave palestino; estas no fueron restablecidas hasta noviembre de 2019, durante el Gobierno de facto de Jeanine Áñez.
Este lunes, el presidente Luis Arce se reunió con el embajador de Palestina enel país sudamericano, Mahmoud Elalwani, a quien le expresó su «solidaridad y la del pueblo boliviano».
Además, el mandatario hizo un llamado al Consejo de Seguridad de la ONU a «evitar que se consume el genocidio del pueblo palestino y allane una solución definitiva para que Palestina ejerza su derecho a la autodeterminación, cuente con su territorio propio sin ocupaciones ilegales y goce a plenitud de los atributos de un Estado libre, soberano e independiente».
Crisis humanitaria
Desde la ONU, denuncian una catástrofe humanitaria en Gaza por los masivos bombardeos de Israel que causaron numerosas muertes de civiles, y han forzado el desplazamiento de más de 1,4 millones de personas. Mientras, los refugios de Naciones Unidas permanecen abarrotados.
Por su parte, el comisionado general del Organismo de Obras Públicas y Socorro de la ONU para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente, Philippe Lazzarin,i ha denunciado este lunes que «los habitantes de Gaza sienten que no se les trata como a otros civiles» y «la mayoría de ellos se sienten atrapados en una guerra con la que no tienen nada que ver».
En una sesión del Consejo de Seguridad del organismo, Lazzarini declaró que el ataque de Hamás contra Israel no exime al Estado hebreo de sus obligaciones en virtud del derecho internacional humanitario.
El funcionario consideró «impactantes» los incesantes bombardeos de las Fuerzas de Defensa de Israel contra la Franja de Gaza y ha sostenido que «el nivel de destrucción no tiene precedentes«. «La tragedia humana» que se desarrolla en la Franja de Gaza «es insoportable», ha señalado el jefe de la UNRWA, al tachar de «desplazamiento forzado» el hecho de que en tres semanas un millón de personas fueran empujadas por Israel del norte al sur, aunque esta zona también sufre ataques mortíferos israelíes. «Ningún lugar es seguro en Gaza«, reconoció.
El Ministerio de Sanidad de la Franja de Gaza ha reportado que 8.525 personas han muerto y 21.543 han resultado heridas desde que inició el asedio israelí el pasado 7 de octubre.