A pocos días de cumplirse un año del gobierno de Milei, el sociólogo caracterizó al presidente como un “vendehumo” y un “experto en crueldad”. Vaticinó un estallido social. Sostuvo que para el líder libertario la casta “es el pueblo argentino”.
sociólogo, periodista, investigador y profesor universitario Jorge Elbaum, evaluó que el gobierno libertario de Javier Milei, que el 10 de diciembre cumplirá un año, constituye una “política de guerra contra los sectores populares” y auguró una “respuesta, más temprano que tarde, de los sectores afectados por el brutal ajuste.
Aunque admitió que los votantes de Milei se resisten a reconocer que Milei es un “vendehumo” de la bonanza de su plan, comparó con los planes económicos de la dictadura cívico-militar, de Cavallo o De la Rúa que “terminaron en un estallido social”.
-El gobierno de Javier Milei está próximo a cumplir un año. Además de las radicales medidas económicas prometidas, Milei ganó con la consigna que era un gobierno contra la casta. Sin embargo no parece ser esa la pelea. ¿Cuál es su lectura?
-Frente a las promesas del actual presidente hay dos respuestas posibles. La primera, es que la casta no era aquello que se suponía que era y que la sociedad significaba como tal, y que eran los sectores de privilegio. La otra es que la casta, en la versión de Javier Milei, era y es el pueblo Argentino. Cualquiera de esas dos posibilidades, ya sea que haya sido un engaño en referencia a que la casta no eran los sectores de privilegio o que hubo un cinismo en su propuesta respecto de que iba a castigar a los sectores más vulnerables, como lo está haciendo, se ve a las claras un gobierno experto en crueldad que diariamente va minando, destruyendo, lastimando a la sociedad argentina en su conjunto y sobre todo a aquellos que debería proteger más, y estoy pensando en los jubilados, los discapacitados, los enfermos, los niños, los adolescentes. Para todos esos actores colectivos hay infinidad de políticas de vulneración de derechos. Los jubilados son unos de los más castigados por el ajuste fiscal; casi han reducido sus pensiones y jubilaciones en un 30 o 40 por ciento; veos también en ese grupo social que se lo está castigando casi mensualmente con una reducción en el acceso a los medicamentos; vemos, en relación con los discapacitados, que se ha trastocado las políticas que posibilitaban igualdad de derechos en relación con el resto de la población. Vemos a los estudiantes universitarios como se achican los presupuestos; a los científicos cómo se condena a nuestro país a una economía primarizada ajena a la política de desarrollo tecnológico. Vemos a los niños castigados por la terminación del incentivo docente, y así podríamos seguir hasta el hartazgo. Es una política de guerra contra los sectores populares. No me cabe la menor duda que tendrá su respuesta más temprano que tarde.
-¿Cree que el votante de Milei siente que ha sido defraudado porque ahora cae en la cuenta que la casta era el trabajador o el jubilado?
-Creo que todavía un sector muy importante, mayoritario, del votante de Milei ha sido engañado en relación a una promesa que está cumpliendo, aunque en el marco de una gran mentira que es la inflación. La realidad objetiva es que si se compara noviembre del año pasado y noviembre de este año, los porcentajes de inflación han bajado, pero conjuntamente han bajado los salarios, las jubilaciones, ha aumentado la desocupación, han caído las exportaciones industriales, se ha reducido el mercado interno, ha aumentado los bienes de primera necesidad como la carne, ha caído gran parte de la sociedad argentina en la malnutrición, en la pobreza y en la indigencia. Entonces la ecuación entre reducción de la inflación y pérdida de poder adquisitivo de los salarios, no es negocio. Es decir si la baja de la inflación se hace a costa de mi salario, es una falacia, y eso es lo que está sucediendo. Y encima en el marco de un endeudamiento creciente por parte del Estado, interno y externo, y un veranito financiero en el que incrementan sus fortunas a costa del resto de la sociedad el 1 por ciento más rico. Esa supuesta reducción del 8 al 2 por ciento se hace en el marco de la destrucción del valor agregado del PBI que hace que Argentina, junto con Sudán en África, sea uno de los que más destruyen la riqueza durante el 2024. En caso de Argentina más del 5 por ciento y son cifras del FMI, y es el único país que decrece y destruye riquezas mientras el resto de los países de América latina tienen crecimiento de su PBI. Nos están vendiendo una nube de humo que muchos de los votantes de Milei no quieren reconocer, hasta que esto muestre a las claras, como ya pasó en los casos de Martínez de Hoz, Cavallo o De la Rúa, que termina en un estallido social.
-¿Quiénes ganan con Milei?
-El 1 por ciento que son los exportadores y tenedores de empresas energéticas, los exportadores de bienes primarios agrícolas, la minería y el sector de servicios financiero. Son los únicos cuatro sectores que crecen desde hace un año que, además, solamente contratan al 2 por ciento de la población formal en Argentina y los sectores que decrecen y destruyen capital y valor agregado son los que contratan casi el 60 por ciento de la mano de obra. Que son el comercio, la producción industrial, o sea la economía secundaria y terciaria. Solamente crecen empresas que contratan muy poca gente, como las agrícolas o mineras.
-Ante este panorama ¿como ve la reacción de la oposición, sea el sector político y gremial?
-Creo que hay que ser riguroso en la definición y la descripción del fenómeno. Hay sectores muy especulativos que están esperando que la sociedad se mueva por “motu proprio”, sobre todo los sectores populares, que me parece un gran error. Y hay otros, como Moyano, como las dos CTA de Hugo “Cachorro” Godoy y Hugo Yasky que van a hacer una jornada federal de lucha en Plaza de Mayo, que incluye a sectores de la CGT. Moyano ha exhibido una muestra de dignidad al renunciar a la conducción de la CGT y ponerse a la cabeza de la lucha junto a los movimientos sociales. Junto a ellos están, sin dudas, Cristina Kirchner, Axel Kicillof, el gobernador Ricardo Quintela, Sergio Ziliotto de La Pampa, y el de Tierra del Fuego, Gustavo Melella. Hay muchos que están trabajando para terminar de una vez por todas con el sufrimiento que este gobierno criminal de Milei provoca a los sectores más desposeídos. Creo que no hay que agrupar a todos los sectores en una misma bolsa; creo que muchos dan respuestas, como en el caso de los gobernadores están interesados en que no les estallen sus provincias, y al mismo tiempo también repudian las políticas del gobierno federal. Por supuesto que hay muchos otros, por ejemplo el gobernador de Tucumán, que claramente ha vendido sus diputados para votar las políticas de Milei y son cómplices y serán, sin dudas, señalados por quienes hoy están enfrentando al gobierno anarcocapitalista criminal.
-¿Cómo ve el liderazgo de Cristina Kirchner luego de la incómoda situación que la dejó la causa Vialidad?
-Eso es parte de la criminalización de la política, también llamada Lawfare. Es de la misma prosapia de las acusaciones contra Hipólito Yrigoyen luego del golpe de 1930, o la persecución a Juan Domingo Perón en 1955. Todas causas fabricadas escandalosamente, de las que han sido cómplices los medios concentrados: Clarín, La Nación e Infobae, junto con Comodoro Pro que está muy interesado que los liderazgos, las ideas y los proyectos populares y nacionales de liberación se terminen en la Argentina y así poder tener al país al servicio de los intereses extranjeros, y sobre todo de Washington y Europa Occidental.
-El gobierno le pide a sus partidarios ir a fondo en la batalla cultural. ¿cree que la están ganando y en todo caso en qué campo se da esa batalla cultural?
-Estos personajes nunca leyeron a Antonio Gramsci que fue quien acuñó esa famosa frase, esa consigna de la necesaria batalla cultural. Son simples reaccionarios ante los cambios que se suceden, los de perspectiva de género, de la diversidad, del reconocimiento de los derechos de los pueblos originarios. Esa reacción es muy violenta. Ese enfrentamiento que siempre se ha dado en la historia de nuestro país como del mundo, de sectores retardatarios, conservadores que no aceptan la inclusión ni la distribución equitativa de derechos, se está dando ahora de una manera muy brutal amparado por un proceso de reacción global que se da sobre todo en Occidente y del cual Milei es un imitador payasesco pero al mismo tiempo peligroso. Esa batalla cultural se da en el plano de tratar de sostener las lógicas brutales y violentas del patriarcado; en el marco de defender un supremacismo blanco por sobre los factores fenotípicos, étnicos y diferenciales de los pueblos originarios en Argentina, contra la negritud y que tiene contenidos claramente homofóbicos y transfóbicos. Eso refuerza algunos elementos que obviamente están presente en la Argentina desde Patria, Tradición y Familia. Esos componentes de las décadas del 50 y el 60 que miraban todo lo que tenía que ver con progresismo y con movimientos nacionales y populares con mucha desconfianza y sobre todo con miedo a que la sociedad sea más democrática y no discrimine. Entonces para evitarlo tiene estos pseudo intelectuales como Laje y compañía, blandiendo mensajes de odio sobre sectores y fragmentos de la sociedad.
-¿No ha ido muy lejos el gobierno con la puesta en escena en un acto de neto corte fascista, ornamentado como los mitines fascistas?
-Por supuesto que la historia nunca se repite tal cual, pero esta gente es admiradora del discurso fascista y consciente o inconscientemente apela a esa ornamentación de esos actos. Creo que el movimiento nacional y popular debe ser consciente del peligro que ello significa. Y eso supone, en el marco de la Constitución, tratar de tener mecanismos de repudio y defensa frente a la violencia simbólica que luego termina siempre transfiriéndose a la violencia material. Lo hemos visto con la persecución judicial y mediática a Cristina que luego termina con el intento de magnicidio. Creo que estos personajes fascistas que hacen estos actos son los mismos que amedrentan y amenazan a científicos como en Mendoza. Y tenemos que ser conscientes de ese peligro y abrazarnos y cuidarnos, y saber que somos muchos más, más fuertes, más dignos, valientes y tenemos mucho más coraje que esos señoritos.
-Los triunfos progresistas en América Latina ponen en peligro los planes de Milei?
-Sin dudas, creo que sí. Si uno mira el mapa global, no el que quiere mirar Milei de Estados Unidos, Italia, Hungría, Suecia o Países Bajos, la realidad es que el mundo va a contramano de lo que Milei quisiera. Uno mira América Latina. Dos de los tres países más importantes de nuestro continente, México y Brasil, tienen claramente orientaciones progresistas, cosa que lo hace insoportable a estos personajes, por eso la necesidad de auparse en Donald Trump que está en la misma pelea cultural que Milei pero en una oposición clara a sus políticas. Trump es un proteccionista que está amenazando con aranceles mientras que Milei abre las fronteras a las importaciones para la destrucción de la industria nacional. Por eso esas incoherencias se pagan en algún momento tanto a nivel político social interno en su país como externo. El mundo va a hacia la orientación de los Brics, adonde curiosamente Milei renunció el 1 de enero de 2024, pero eso es imparable. Rusia está ganando la guerra y la OTAN la está perdiendo, son 32 países contra uno solo y les está dando una paliza terrible; China sigue siendo la locomotora productiva del mundo y en pocos años va a superar en el PBI a la primera economía global que es los Estados Unidos y eso es irrefrenable y es justamente a lo que los sectores más reaccionarios temen justamente porque quien lidera un proyecto de esa característica no es el modelo globalista de Washington, sino el Partido Comunista chino por un lado y de una orientación soberanista como la de Putin. Ese es el mundo al que temen que les produce terrible miedo porque pierden un poder que estuvo estabilizado durante cinco o seis siglos desde Europa en el Atlántico Norte que se está corriendo hacia el sudeste asiático y Eurasia.