Por Luis Rodríguez Salcedo
La visita de Estado del presidente chino Xi Jinping a Moscú, con motivo del 80.º aniversario de la victoria soviética sobre el nazismo, ha sido interpretada en Occidente como una reafirmación del eje estratégico entre China y Rusia en un contexto de creciente confrontación con las potencias occidentales.
Desde la óptica de Estados Unidos y la Unión Europea, la presencia de Xi junto a Vladímir Putin en un evento de alto simbolismo militar y nacionalista refuerza la narrativa de una alianza que desafía el orden internacional liderado por Occidente. La ausencia de líderes occidentales en el desfile del Día de la Victoria, contrastada con la asistencia de mandatarios de China, Brasil y Serbia, subraya el aislamiento diplomático de Rusia respecto a Occidente y su acercamiento al Sur Global.
–El presidente de China, Xin Jinping, arribó a Moscú este miércoles 7 de mayo, junto a una delegación de alto nivel, para participar en las celebraciones del 80º aniversario de la victoria soviética en la Gran Guerra Patriótica-
Washington ha expresado preocupación por el papel de China como sostén económico de Rusia, especialmente tras el récord de comercio bilateral en 2024. Aunque Pekín evita respaldar abiertamente la guerra en Ucrania, ha sido acusado de facilitar el esfuerzo bélico ruso mediante el suministro de tecnología de uso dual .
La visita de Xi se produce en un momento de tensiones elevadas, evidenciado por ataques con drones ucranianos a Moscú coincidiendo con su llegada . Además, países de la Unión Europea como Polonia, Lituania, Letonia y Estonia prohibieron el sobrevuelo de sus espacios aéreos a aviones que transportaban a líderes europeos hacia el desfile en Moscú, medida que el Kremlin calificó de «absurda y rusofóbica» .
La consolidación de la alianza chino-rusa plantea desafíos significativos para Occidente. Ambos países promueven una visión multipolar del orden internacional, desafiando la hegemonía occidental y buscando fortalecer su influencia en organismos multilaterales como la ONU y la Organización de Cooperación de Shanghái .
En resumen, la visita de Xi Jinping a Rusia es vista en Occidente como un gesto de respaldo a Putin y una señal de que China y Rusia están dispuestas a profundizar su cooperación estratégica, económica y diplomática, en un momento de máxima tensión con las potencias occidentales.