-Adictos al amor, no a las drogas”, responde el presidente entre croissants y chismes diplomáticos-
Bogotá – Abril 24, 2025
Por Redacción de la Real Satírica Republicana
En lo que podría ser el capítulo más jugoso del culebrón político colombiano, el excanciller Álvaro Leyva le soltó una carta al país —y una bomba al presidente Gustavo Petro— con acusaciones dignas de un thriller de Netflix: drogadicción, depresión, aislamiento presidencial, y hasta una “canciller de confianza” que “le resolvía las necesidades personales”.
Sí, leyó bien…
La carta de Leyva, escrita con el drama y la prosa de un despecho político de alto voltaje, acusa a Petro de haber desaparecido misteriosamente durante dos días en una visita oficial a París. Según el exministro, el mandatario no estaba perdido en el Louvre ni distraído por el Moulin Rouge… sino presuntamente en una nube de humo más espesa que el smog bogotano.
¿La respuesta del presidente? Una joya para el archivo de frases célebres:
“Somos adictos… pero al amor”.
Así, con un guiño digno de telenovela y foto familiar incluida, Petro desmintió todo mientras se echaba un selfie con sus hijas y nietas en la Torre Eiffel, insinuando que el único polvo blanco que tocó en París fue azúcar glasé de los macarons.
Leyva, en cambio, no se anduvo con rodeos ni filtros de Instagram. Cuestionó la “extraña” relación de Petro con su ahora ministra de Relaciones Exteriores, Laura Sarabia, insinuando que el ascenso de la exjefa de Gabinete fue pago por “servicios” confidenciales. Y no estamos hablando precisamente de trámites diplomáticos.
Entre quienes defendemos a Petro, las acusaciones de Leyva son «un ajuste de cuentas con olor a venganza», una vendetta de novela turca con título tentativo: “Del Palacio al Purgatorio: la traición del canciller caído”.
Lo cierto es que, mientras unos gritan “¡escándalo de Estado!”, otros ya están haciendo palomitas. La política colombiana sigue siendo el mejor reality, y esta temporada promete más drama que “El Patrón del Mal”.
