La visita de Marco Rubio a la República Dominicana, en su calidad de secretario de Estado de Estados Unidos, se enmarca en su primera gira oficial por América Latina, que incluye países como Guatemala, El Salvador, Costa Rica y Panamá.
Como la de cualquier figura política de alto perfil, esta escala puede tener múltiples capas de motivaciones, algunas más visibles y otras menos explícitas. Aunque no hay información oficial que revele agendas «ocultas», es posible analizar factores contextuales y patrones históricos para plantear hipótesis plausibles
Según declaraciones de su portavoz, Tammy Bruce, Rubio prioriza la región debido a su proximidad geográfica y la considera vital para abordar temas como la migración, las cadenas de suministro y el crecimiento económico, elementos clave para una política exterior que busca una América fuerte, próspera y segura.
Sin embargo, más allá de estos objetivos declarados, existen posibles motivaciones adicionales en su agenda. Una de ellas es la preocupación por la creciente influencia de China en la región, especialmente en infraestructuras estratégicas como el Canal de Panamá.
El presidente Donald Trump ha expresado su intención de recuperar el control del canal, argumentando que Panamá ha permitido una excesiva influencia china en su operación. Rubio ha respaldado esta postura, señalando que la influencia china es un asunto legítimo que debe ser abordado.
Además, Rubio ha criticado la presión de la administración Biden para que la República Dominicana acepte a tres millones de haitianos en su territorio, una medida que considera injusta para un país en desarrollo con recursos limitados. Esta postura sugiere que Rubio busca fortalecer la soberanía dominicana y apoyar sus políticas migratorias, diferenciándose de las propuestas de la administración anterior.
Aunque la visita de Rubio tiene objetivos oficiales relacionados con la seguridad, la prosperidad y la cooperación regional, también es probable que busque contrarrestar la influencia china en América Latina y apoyar políticas migratorias que refuercen la soberanía de países como la República Dominicana.
Estados Unidos ha mostrado preocupación por el avance de China en infraestructura y préstamos en América Latina y el Caribe. La República Dominicana, que rompió relaciones diplomáticas con Taiwán en 2018 para aliarse con China, podría ser un foco de atención para Rubio, crítico de la expansión china. Su visita podría buscar reforzar la influencia estadounidense en un país clave del Caribe.
Rubio, como miembro del Comité de Inteligencia del Senado, podría estar evaluando amenazas como el narcotráfico, el lavado de dinero o la presencia de actores como Rusia en la región.
Rubio, conocido por su postura dura en temas migratorios, bien podría estar coordinando con el gobierno dominicano para presionar por una intervención internacional en Haití, fortalecer controles fronterizos y evitar flujos migratorios hacia EE.UU. La migración caribeña es un tema sensible en Florida, estado que representa y que es clave en las elecciones presidenciales. Una postura firme podría reforzar su imagen personal ante votantes conservadores.
La República Dominicana es un destino importante para empresas de EE.UU. en sectores como minería, turismo y energía. Rubio podría estar promoviendo intereses de corporaciones con vínculos en Florida, como cruceros o compañías agrícolas.
Rubio, considerado una figura presidenciable para 2028, podría estar construyendo un perfil internacional sólido, destacándose en temas como seguridad hemisférica o migración, claves para su base electoral.