ESTADOS UNIDOS -Un juez federal preparó el miércoles un enfrentamiento con la administración Trump con un fallo que amenaza con declarar al gobierno en desacato si no cumple con una orden judicial de brindar el debido proceso a los venezolanos deportados a una prisión en El Salvador.
Esto es independiente del actual enfrentamiento entre la Casa Blanca y los tribunales por el destino de Kilmar Abrego García , el inmigrante indocumentado que fue enviado a una prisión de El Salvador bajo sospecha de ser miembro de una pandilla, desafiando la suspensión de la deportación por parte de un tribunal.
La amenaza del juez James E. Boasberg respecto a las deportaciones de venezolanos es la última ronda de una lucha legal cada vez más profunda con una Casa Blanca que insiste en que los jueces que buscan garantizar la supervisión y el debido proceso en los procedimientos de deportación están interfiriendo con medidas legales (y populares) que son necesarias para eliminar a los inmigrantes ilegales y a los criminales.
Hasta ahora, Trump y sus funcionarios han desafiado abiertamente la autoridad de los tribunales, pero aún no han desobedecido abiertamente las órdenes legales. Por ejemplo, cuando Associated Press ganó un caso amparado por la Primera Enmienda que impugnaba su expulsión del grupo de prensa de la Casa Blanca, la administración simplemente eliminó el puesto en el grupo en lugar de acatar la sentencia.
Trump ha dicho que no desafiará la autoridad de la Corte Suprema, algo que desencadenaría una profunda crisis constitucional. Pero gran parte de su agenda de gobierno está generando impugnaciones judiciales, por lo que el Tribunal Superior tendrá que definir repetidamente los límites del poder ejecutivo. Parece que estas luchas apenas comienzan.
