Por: Dr Sergio Solis /
Nos vamos a un viaje definido como un escape hacia nuestro propio encuentro, en la libertad de buscar una liberación frente al amor propio.
Y es que muchas de las veces estamos vendados y atrapados por una sociedad de consumo que nos hace dirigir nuestros pasos hacia sendas llenas de mentiras y perturbaciones mentales.
Sendas hechas con la telaraña de lo falso, lo confuso y desnaturalizado, nos hacen rendir tributo a monstruos enredados en concreto e hierro que muchas veces parece ser la causa de un hálito de vida por la asfixia humana.
Ante la era de los siquiatras, se encuentra en la salud mental la verdadera comprensión del ser, o es que ya no existe ser, sino el ajuste medicamentoso de un espíritu invadido e intoxicado por falsas e infundadas creencias que responden a una maquinaria insaciable de consumo y desenfrenado.
Está es la verdadera razón al escape cotidiano de nuestras ansiedades convertidas en pánicos y depresiones, ahogadas por un falso sentimiento de competencia y súper yo.
Viviremos eternamente escapando a lo real para envolvernos en los monstruos que nos quieren volver, dejando una estela de dolor y frustración.
O seguiremos siendo el producto final de los macabros que viven maquinado el dominio letal de la humanidad.
Salvemos el planeta salvando nuestra esencia y nuestra salud mental, volvamos a amar la humildad, la valentía y la naturaleza.
Ansiolíticos y antidepresivos ya no bastan, hay que despertar a la humanidad del letargo al que la han envuelto.
Escritor y analista social