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Hola queridos lectores,
Esta semana el presidente Gabriel Boric estuvo en Nueva York, con motivo de la 79ª Asamblea General de la ONU. Una vez más, el mandatario arremetió contra el proceso electoral venezolano del pasado julio, que dio como triunfador, según el colegio electoral chavista, a Nicolás Maduro. “América Latina”, dijo el chileno, “se encuentra frente a una dictadura que pretende robarse una elección, que persigue a sus opositores y es indiferente al exilio, no de miles, sino de millones de sus ciudadanos”. La respuesta desde Caracas no tardó. Y, como de costumbre en los últimos meses, no fue diplomática. El viceministro venezolano para América Latina, Rander Peña, escribió en Telegram: “[Boric] no tienes moral, te falta mucho. Lávate la boca antes de hablar de Venezuela y de nuestro pueblo”. El régimen chavista también suspendió los vuelos comerciales con Chile.
El mandatario chileno también aprovechó su intervención ante los líderes de las principales potencias para remarcar su preocupación ante una inminente agudización de la migración de venezolanos, la más grande en América Latina en la época moderna. A Chile ya han llegado más de 700.000 inmigrantes provenientes del país caribeño, la mayoría arrancando de empeoramiento de las condiciones de vida. “Las sanciones económicas golpean más al pueblo venezolano que a sus actuales gobernantes; golpean a los humildes, a los trabajadores. La crisis política se conjuga con la económica y, en conjunto, estas han empujado a más de siete millones de venezolanos al exilio, de los cuales cerca de 800.000 se encuentran en Chile. Por responsabilidad debo ser claro: Chile no está en condiciones de recibir más migración”, alertó Boric.
Por último, el mandatario instó buscar una “salida política” a la crisis venezolana, que se “reconozca el triunfo de la oposición”, liderada por el excandidato Edmundo González Urrutia y María Corina Machado, en los comicios, y llevar adelante “una transición pacífica a una democracia en forma”. La postura ha dejado una vez más en evidencia la brecha entre una nueva izquierda latinoamericana, representada por Boric, y de otra tradicional, encabezada por los presidentes de México, Andrés Manuel López Obrador; de Colombia, Gustavo Petro; y de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva.
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Muchas gracias queridos lectores. En una semana más, estaremos nuevamente en sus buzones.
Un abrazo.
