SANTO DOMINGO.- La Academia Dominicana de la Historia rechazó ayer el pedido que han hecho dos dirigentes políticos de que sea excluido de esta entidad el mayor general retirado Ramiro Matos González, por el papel que jugó en los hechos en los que perdió la vida el líder de izquierda Manolo Tavárez Justo en una jornada guerrillera en el año 1963, y el Coronel Francisco Alberto Caamaño tras el desembarco de Playa Caracoles en 1973.
La institución explica en un documento que el ingreso del ex militar estuvo motivado por su producción historiográfica en el ámbito de la historia militar dominicana y porque, al momento de su elección se encontraba en pleno ejercicio de sus derechos civiles y políticos, de conformidad con la Constitución de la República.
También dice que «respecto a los hechos que se le imputan a Ramiro Matos, no son de la competencia de esta Academia emitir veredicto condenatorio o no, ya que tal función es facultad exclusiva de la autoridad judicial competente con capacidad para dictar sentencias definitivas que adquieran la autoridad de la cosa irrevocablemente juzgada».
Algunos sectores han exigido la exclusión de Matos González de la Academia Dominicana de la Historia, por su supuesta responsabilidad en los asesinatos de Manolo Tavárez Justo y Francisco Alberto Caamaño.
Entre ellos están el secretario ejecutivo del partido Alianza País, Fidelio Despradel, y la dirigente política Minou Tavárez Mirabal.
El documento emitido por la Academia Dominicana de la Historia dice así:
De conformidad con el marco legal y constitutivo de la Academia, el historiador Ramiro Matos González fue elegido en virtud de las cualidades exigidas por el artículo citado precedentemente, y por las siguientes obras de su autoría: Efemérides militares de la independencia, Campañas militares de la independencia (en coautoría con el general José Miguel Soto Jiménez, también miembro correspondiente nacional de esta institución); La bandera y el Escudo dominicanos, Origen del Escudo dominicano; El guerrillero y el general, Diálogo entre adversarios (en coautoría con Hamlet Hermann, quien, como se sabe, fuera exguerrillero y compañero de Caamaño en las guerrillas de Caracoles de 1973); y la más reciente Cronología militar de la Restauración, 1861-1865, entre otras.
Su ingreso a la institución estuvo, pues, motivado por su producción historiográfica en el ámbito de la historia militar dominicana y porque, al momento de su elección, se encontraba en pleno ejercicio de sus derechos civiles y políticos, de conformidad con la Constitución de la República. Respecto de los hechos que ustedes le imputan a Ramiro Matos, escapa a la competencia de esta Academia emitir veredicto condenatorio o no, ya que tal función es facultad exclusiva de la autoridad judicial competente con capacidad para dictar sentencias definitivas que adquieran la autoridad de la cosa irrevocablemente juzgada.
La Academia Dominicana de la Historia, según los estatutos de la institución, es un organismo de derecho público, con personalidad jurídica, patrimonio y poder reglamentario propio», consagrada al conocimiento del pasado en general y principalmente el de la nación dominicana, así como a la adecuada divulgación de las investigaciones y publicaciones realizadas por sus miembros.
Las puertas de nuestra institución están abiertas para todas aquellas personas e instituciones que, en un marco académico de respeto a la pluralidad de ideas, deseen contribuir mediante investigaciones, análisis y debates al conocimiento objetivo e imparcial de los hechos y del accionar de personajes relevantes del devenir histórico nacional».
También Mukien Adriana Sang Ben:
La expresidenta de la Academia Dominicana de la Historia, Mukien Adriana Sang Ben, comunicó ayer a través de una misiva que no participará en ninguna actividad que realice la academia en lo adelante luego de la elección del General Ramiro Matos González como miembro correspondiente.
«Como ciudadana, como maestra, y, como historiadora, no puedo aceptar la posición de la Junta Directiva. La historia es mucho más que describir el pasado. Hay una razón ética que se está soslayando. Por esta razón, informo que a partir de este momento no participaré en ninguna actividad que realice la Academia».