InicioCEREPOESIAARTE Y CULTURAEl sonido de su sombra, una novela poliédrica

El sonido de su sombra, una novela poliédrica

-

«El sonido de su sombra  es una novela que logra conjugar opuestos: la violencia y la ternura, la protección y el desamparo, la inocencia y la perversión, el amor y el resentimiento, la condena y el perdón».

Por: Teresita Soto Falto

En una entrevista que le hiciera Wilkins Román Samot a  Isabel Zorrilla para la revista venezolana Letralia (domingo, 21 de julio de 2024), la escritora le comenta que, a su modo de ver, son tres los elementos  que distinguen su obra. En sus propias palabras dice: “El primero es la memoria, tomando como base mi entorno familiar, mi pueblo, mis abuelos, mis padres, mi esposo, mis hijos y mis nietos” el segundo “es mi relación con la naturaleza, con Dios y con el concierto universal del cual todos somos parte”. El tercero es “el amor inconmensurable a esta patria que me duele tanto.”

Ciertamente son estos tres elementos, como ella prefiere llamarlos, los que reconocemos cuando leemos su novela El sonido de su sombra, (Papel y Lápiz­­­-Casa Editorial, 2024) que es la publicación que nos ocupa en este momento.

El  universo literario de Isabel Zorrilla se ha ido desvelando desde la publicación de su primer libro de cuentos: El limpiabotas de don Pedro, en 2015, que tuvo una re-edición comentada en 2017. Le siguió nuevamente la narrativa corta con El hilo que nos une (2018), premiado por el Instituto de Literatura Puertorriqueña y la publicación de dos hermosos poemarios, Al otro lado del viento (2021) y Susurros de intrépidas alas (2023).

La autora nos invita ahora a entrar con ella al espacio profundo y amplio de la novela. En El sonido de su sombra, su  ópera prima, entra con mano firme, combinando historia – la política y la social – con la ficción literaria en un junte  muy efectivo que domina con destreza en un terreno no hollado antes por ella.

     El sonido de su sombra  no es una novela romántica que cuenta la historia de un amor callado por años hasta que hace explosión entre Ángel y Toñita. Es más, mucho más. Es una novela que aborda temas muy fuertes como el incesto y la pedofilia, y otros como el amor patrio, la solidaridad, el arraigado sentido de familia, la culpa y el perdón a través de unos personajes inolvidables.

Para trabajar estos temas, dos de ellos muy ríspidos y perturbadores, la autora se vale de recursos estructurales,  técnicos y estilísticos que van urdiendo una trama que atrapa al lector y lo convierte en colaborador en la construcción del texto. Voy explicándome. La novela se divide en dos partes: la primera inicia la narración en el presente, pero unos capítulos adelante, valiéndose del recurso de la analepsis  o retrospección, irá reconstruyendo el pasado de los personajes principales.

Los capítulos irán alternándose entre Ángel y Antonia e irán fluyendo del presente al pasado o del pasado al presente, lo que provocará que el lector tenga que ir, de forma activa, organizando el rompecabezas de las vidas de los protagonistas. Igual a cuando leíamos Rayuela, de Julio Cortázar, uno de los autores preferidos de la autora, vamos reconstruyendo el texto, conociendo la psicología de los personajes y entendiendo la manera en que manejan su presente.

Me parece un logro importante en Isabel Zorrilla el uso y el dominio de esta técnica siendo esta su primera incursión en el género novelístico. La Segunda Parte de la novela se instala en el presente y fluye cronológicamente. Hay que advertir que aun cuando los sucesos no se presentan secuencialmente en la Primera Parte, la autora logra, mediante el recurso de la anticipación, mantener la tensión del relato, que en ningún momento se debilita. La anticipación la reconocemos en el cierre de muchos capítulos cuando la autora sugiere, presagia o augura los sucesos que están por venir, provocando en el lector el deseo por conocer más de la historia.

La novela tiene como protagonista a Ángel, un sacerdote y abogado especialista en Derecho Canónico  asignado al Vaticano y a cargo de la investigación que realiza la Iglesia al Nuncio Apostólico de la Santa Sede en República Dominicana ante las acusaciones públicas de pederastia. La labor investigativa le toca muy de cerca al religioso porque él mismo ha sido víctima de violencia sexual por parte de su propio padre. Ambas experiencias, la de pederastia y la de incesto, se describen con crudeza, pero también desde el dolor y la más pura compasión por las víctimas.  Esos dos sucesos, uno absolutamente real y el otro inspirado en una realidad social que se mantiene callada y soterrada en el seno de muchas familias, se complementan con el inmenso tapiz de la historia moderna de Puerto Rico, lo que a nuestro  parecer es uno de los grandes aciertos de la novela.

Los hilos de nuestra historia nacional se van tejiendo con puntadas finas según la trama va abriéndose paso. Cinco años después de la Masacre de Ponce, ocurrida en 1937, echa a andar la relación de los abuelos maternos de Ángel. Hablamos entonces de la década del cuarenta, cuando comienza el proceso de transición de una sociedad agraria a otra industrial.  Campesinos ingenuos, honestos y trabajadores, los abuelos levantan una familia en los años cincuenta repitiendo estrictamente los patrones culturales y morales de sus antepasados, sin darse cuenta de que ese mundo se estaba  fragmentando, lo mismo que el mundo de las haciendas cafetaleras y el mundo señorial que representan los abuelos paternos de Ángel. Se escapa un tiempo histórico para dar paso a otro, moderno, atrevido, cambiante al que los personajes de los abuelos se les hace muy difícil adaptarse.  Llegamos a los años 60, con sus modas, su música, y la rebeldía juvenil que se fue haciendo eco de otros valores y otra forma de vida, para abrir paso a sucesos  como la huelga de la Universidad de Puerto Rico  de 1970 que terminó con la muerte de la estudiante universitaria Antonia Martínez, escena conmovedora que nos transporta a aquel tumulto huelgario que enfrentó a los estudiantes con la fuerza de choque de la Policía de Puerto Rico y que se ha convertido en símbolo de lucha y resistencia  hasta el día de hoy.

Aquellos fueron tiempos muy violentos de persecución política y carpeteo desde el poder del Estado y de las autoridades norteamericanas a los luchadores por la independencia política del país. Iremos con el personaje de Antonia – llamada así en honor a la fallecida- al campamento que se levantó en la playa Yayí de Vieques en 1999 en protesta por la muerte de David Sanes, suceso que culminó con la salida de la Marina Norteamericana de la Isla Nena; se aludirá al poderoso huracán María de 2017 con la gran secuela de muertes, desamparo y emigración masiva hacia los Estados Unidos  y a la gran pandemia del Covid 19, que se menciona brevemente. Todos estos sucesos dan cuenta de aproximadamente ochenta convulsos años de historia patria.

Esa historia que recoge El sonido de su sombra la ha escrito el propio pueblo, sus hombres y sus mujeres, con su cotidianidad, con sus luchas por salir adelante, con sus penas y sus ilusiones, con sus indecisiones, pero también con su resiliencia.  Los pueblos del centro del país, como Ciales, Jayuya, los costeros como Manatí y Barceloneta, su San Juan Antiguo, son los escenarios donde se mueven nuestros personajes. Los nombres de sus pintores (Campeche, por ejemplo), sus próceres (como Eugenio María de Hostos), las edificaciones coloniales del viejo San Juan, las  escuelas públicas con los nombres de sus figuras ilustres, sus centros comerciales más conocidos y sus universidades, especialmente la Universidad de Puerto Rico, nos hacen sentir en nuestro país.  Estamos leyendo una novela puertorriqueña.

Pero esta es también una novela caribeña que se pasea por  las plazas de la hermana República Dominicana, que admira los monumentos a sus grandes hombres, que disfruta su sabrosa gastronomía,  que retrata la vida de sus pueblos donde bulle la vida cotidiana de su gente pobre y trabajadora y que reproduce fielmente y con respeto el habla cantarina de su español dominicano.

El sonido de su sombra es además una novela que trasciende el ámbito americano y nos transporta a Roma, a sus calles y a sus plazas. Se detiene en  la ciudad del Vaticano y en la  Iglesia como institución, alejada del pueblo llano y sumida en intrigas, en las ambiciones de muchos prelados por escalar posiciones y en febriles actividades administrativas necesarias para su funcionamiento.  Los papas Benedicto XVI y Francisco se destacan por su lucha contra la corrupción y la pederastia en una institución muy vieja y muy lenta que lucha por sobrevivir en un mundo cambiante y escéptico.

Aparte de la memoria colectiva y de  la amplia visión histórica y caribeña,  El sonido de su sombra es la novela del trópico. La naturaleza con su variedad de colores, el mar azul, los valles, la floresta, las arboledas, las cuevas, como la cueva del río Encantado entre los pueblos de Florida y Manatí, no es un mero trasfondo decorativo que sirve como relleno en la novela. Es por el contrario el espacio de paz, de consuelo y de acogida al espíritu angustiado de Ángel, al que le asaltan aun en su vida adulta los dolorosos recuerdos de la violencia sexual al que su padre lo sometiera a sus trece años. Es además testigo de su indecisión vocacional. Mirando el mar o mirando la inmensidad estrellada de la noche busca llenar los vacíos de su alma y la profunda tristeza que lo acompaña y que disimula con su campechanería y su risa franca. Contemplando el mar, dice: “Mi alma se llenó de paz y el sonido de las olas reventando en la orilla, la brisa salada acariciando mi cuerpo y la tibia arena a mis pies propiciaron que entrara en estado de contemplación. En adelante, cada vez que necesité sosiego se lo reclamé al mar”. (72)

    Isabel Zorrilla logra construir  una novela poliédrica y abarcadora que profundiza en el alma de sus personajes, especialmente en el alma de Ángel y su triste desilusión cuando no puede ver concretada su investigación contra el Nuncio Apostólico con una condena legal, ante la muerte súbita del prelado, desilusión que culmina con su renuncia a los votos sacerdotales y su regreso a la vida civil para casarse con el amor de toda la vida: Toñita.  La angustia que el protagonista ha venido cargando desde niño, recordando el sonido de los pasos de su padre y viendo a contraluz su sombra  en el umbral de la puerta de su habitación una noche nefasta, termina cuando le escucha pedir perdón humildemente y con genuino arrepentimiento en el momento crucial en que él, como sacerdote, le ofrece la  extremaunción  en su lecho de muerte. Este perdón que humildemente le pide su padre  representa  para Ángel-hombre la liberación de su propia angustia y la certeza de que podrá vivir en adelante una vida sin más tormentos.

El sonido de su sombra  es una novela que logra conjugar opuestos: la violencia y la ternura, la protección y el desamparo, la inocencia y la perversión, el amor y el resentimiento, la condena y el perdón. El cierre de oro de la carta del anciano padre Antonello marca la trayectoria espiritual del padre Ángel  y abre una puerta a la esperanza y a la felicidad en una vida marcada por la angustia y el dolor.

Como vemos, Isabel Zorrilla es fiel a su mundo literario y nos ha entregado una novela que refleja sus tres motivaciones al escribir: la memoria, aquí la memoria colectiva, la patria, aquí vista a través de sus luchas políticas y sociales y la exuberante naturaleza tropical, donde habita la poesía.

Me parece que Isabel Zorrilla se ha movido al género novelesco  con absoluta soltura  luego de haber trabajado con éxito la narración corta. Es ella una narradora natural que ha entrado con pie firme y de manera muy auspiciosa  en este género. Ha escrito una novela memorable y hermosa. Con El sonido de su sombra, ciertamente, ha nacido una novelista.

Related articles

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Stay Connected

0SeguidoresSeguir
3,912SeguidoresSeguir
22,700SuscriptoresSuscribirte

Latest posts