Martinelli, de 71 años y quien fue operado la semana pasada de la columna vertebral, envió un certificado médico para ausentarse en la apertura del juicio, el más reciente proceso que enfrenta un exlíder implicado por Estados Unidos en actos de corrupción y que fue absuelto en dos juicios anteriores por espionaje telefónico.
La defensa del ex gobernante presentó dos recursos para suspender la audiencia: uno de impedimento de la jueza para llevar a cabo el proceso y otro solicitando tiempo para conocer el expediente. Sin embargo, ambos fueron rechazados por la jueza Baloisa Marquínez.
De acuerdo con el Ministerio Público, la empresa “New Business” era una firma “canasta” que recibía dinero de empresas que se habían ganado contratos con el Estado durante el gobierno de Martinelli (2009-2014), mayormente en el Ministerio de Obras Públicas.
“Nosotros vamos a probar la responsabilidad de las personas y pediremos lo que en derecho corresponde”, aseguró el fiscal contra la delincuencia organizada del Ministerio Público, Emeldo Márquez, a los periodistas al llegar por la mañana a la audiencia, que se centró en el primer día en la lectura del auto de llamamiento a juicio.
El delito por el que es juzgado Martinelli tiene una pena prevista de entre cinco y 12 años de prisión. Además de este proceso, Martinelli también deberá enfrentar entre agosto y octubre junto a decenas de acusados, incluidos sus dos hijos, así como otro expresidente, Juan Carlos Varela (2014-2019), el juicio por el caso de pagos de sobornos de la consultora brasileña Odebrecht en Panamá.
En medio de estos procesos, Martinelli está haciendo campaña para participar en las elecciones primarias que celebrará su partido Realizando Metas en julio para escoger al candidato presidencial para las elecciones generales de mayo del 2024.
Los juicios que enfrenta Martinelli no impiden que pueda continuar con sus aspiraciones presidenciales, de acuerdo con las leyes panameñas, que establecen que el exgobernante y magnate de los supermercados puede seguir en campaña bajo el principio de inocencia mientras se le juzga. Sólo una sentencia condenatoria en firme de cinco años o más de prisión lo inhabilitaría de seguir en su carrera política.
Martinelli sostiene que los procesos que enfrenta tienen motivaciones políticas y buscan truncar su aspiración de regresar al poder.
El exmandatario fue extraditado en 2018 desde Estados Unidos a solicitud de la justicia panameña para que enfrentara un juicio por escuchas telefónicas contra políticos, periodistas, líderes gremialistas y figuras de la sociedad civil, pero fue absuelto por el mismo caso en 2020 y 2021.
A fines de enero, Estados Unidos implicó a Martinelli en actos de corrupción “significativa” al señalar que aceptó sobornos a cambio de contratos para proyectos durante su gobierno, justo el día en que sus dos hijos regresaron a su país tras cumplir una condena en Nueva York por lavar millones de dólares en sobornos de la constructora Odebrecht.