«Amores como el de don Juan y doña Carmen merecen ser inscritos entre los grandes amores románticos…» Natacha Sánchez
Juan Bosch y Carmen Quidiello: Sobre todo el amor, es una obra de amor de la escritora laureada en el año 2016 con el Premio Nacional de Literatura Ángela Hernández, en la cual se aproxima con el mayor respeto a las vidas de dos personas que están colocadas en un pedestal de honor y respeto en el salón de los inmortales de la sociedad dominicana, por su accionar determinante en la historia política; una pareja auténticamente genuina, cuyos caracteres y personalidades son dignos de ejemplo.
Consta de seis capítulos:
I. Ternura desarmante. Colaboración y reciprocidad
II. El encuentro. La obstinada aventura de amar
III. Doña Carmen: poderoso sentido de lo real y de lo imaginario
IV. Juan Bosch enamorado
V. Juan Bosch: creación política
VI. Bajo el imperativo del deber y el hacer
Semejan sus páginas pétalos de rosas que temes marchitar con el roce de tus manos, pues en ellas, está el alma, el encanto, la pasión de dos seres humanos que al encontrarse se dieron cuenta que se estaban buscando.
Ángela Hernández, es nativa de Jarabacoa, provincia La Vega, al igual que el Maestro Juan Bosch, de manera sutil, logra transferirnos sus emociones, cuando les conoció y le ofrecieron su acogida, mientras, nuestra piel se enerva ante el encuentro mágico de dos seres que unieron sus vidas para engrandecimiento mutuos, a la vez que estaban imbuidos de una pasión por la justicia social en nuestra República Dominicana que formaba parte de sus intereses vitales.
Ángela Hernández
Carmen y Juan se conocieron la tarde del viernes 26 de septiembre de 1941, se casaron el 30 de junio siempre decía que conocerla fue un renacimiento, ella era su reina, su inspiración, para Carmen, él fue su luz, fuerza ‘era como si mutuamente se hubiesen estado buscando’.
La boda se realizó con el dinero que ganó el cuento Luis Pie, Premio Hernández Cata.
María Zambrano (1904-1991) destacada filósofa española Premio Miguel de Cervantes de Literatura 1988 y Enrique Loynaz del Castillo (1871-1963), puertoplateño, de padres cubanos, General de Brigada del Ejercito Libertador y padre de la poeta Dulce María Loynaz apadrinaron su boda. De esa boda no hay fotografías no se pensaba en el futuro vivían plenamente el tiempo presente.
Vidas cuyas trayectorias se asemejan, Carmen era estudiante sabatina de Ciencias Sociales en la Universidad de La Habana y trabajaba para pagar sus estudios en un programa de radio muy creativo que se llamaba Perfiles al Aire, Juan había abandonado los estudios para no ser una carga económica para sus padres; ambos se deslumbraron por la inteligencia, aunque Juan no había terminado la secundaria, había conocido la obra completa del maestro Eugenio María de Hostos.
Carmen, poseedora de una sencillez refinada, prosa delicada, gustaba de la poesía, del teatro, expresó en una entrevista que no publicaba ‘por la delicadeza de no firmar con el apellido de su marido’
Juan Bosch, infatigable, capaz de escribír varios libros a la vez, ‘no había un momento libre en la casa’. ‘En su residencia de Benidorm ambos estaban sumergidos en el oficio de escribir en su maquinilla, dice que hasta la muchacha del servicio se sentía contenta… percibía que su trabajo era importante porque si ella no les preparaba el alimento no podían seguir… para equilibrar la mente y el cuerpo, solían hacer caminatas de hasta tres kilómetros. Eran felices la pareja estaba muy cercana’.
Doña Carmen, nativa del Oriente de Cuba, de ascendencia española, ojos castaños y luminosos, espléndida y agradable sonrisa, cordial, consideraba que no habían primeras damas y si la hubiese una primera dama debe ser ‘la humilde mujer que está lavando en el rio’.
El 25 de septiembre de 1963, cuando dan el golpe de Estado a Bosch, ella insta al pueblo a que no permitan que se destruya la libertad y la democracia.
El cuento ‘Luis Pie’ le hizo conocer la vida dominicana a Doña Carmen, la novelista Hilma Contreras decía que a Juan Bosch le rebosaba la simpatía, gustaba de la música, especialmente la folklórica latinoamericana, preferida la Habanera Tú, de Eduardo Sánchez de Fuentes considerada como el segundo himno de Cuba, que tiene un estribillo ‘Porque Cuba eres tú’.
Destacamos un dato revelador de la grandeza, la nobleza de Juan Bosch, sobre la historia del cuento La mancha indeleble, que dio a conocer en la Conferencia de prensa del II Encuentro de Intelectuales por la Soberanía de los Pueblos de Nuestra América, La Habana, diciembre de 1985:
Juan Bosch le dijo a su esposa Carmen Quidiello ‘el 31 de diciembre de 1960: Coja papel y lápiz, señora, que le voy a dictar una cosa…La mancha indeleble, que sería el broche de oro de su carrera cuentista, un relato con protagonismo real, pues el autor, al concebirlo, tenia en mente a un estadista y líder latinoamericano bien conocido… no lo quiso decir nunca, mientras estuvo vivo Rómulo Betancourt (1908-1981) porque se hizo enemigo muy violento, cuando declaró que era marxista, no se lo perdonó, el que se había portado muy bien en la lucha contra Trujillo…fue tanta la pasión, que cuando hubo en Venezuela una reunión de ex presidentes latinoamericanos, él se negó a asistir, pues dijo que no iba a estar bajo el mismo techo donde estuviera J. Bosch’ *
Ángela Hernández investiga ampliamente las vidas del Profesor Juan Bosch y Doña Carmen; es ésta, una obra maravillosa para degustarla despacito como los buenos vinos, densa y ejemplar, deslumbrante, profunda y minuciosa.
*»Carmen Quidiello y Juan Bosch: sobre todo el amor» de Ángela Hernández (2016). Fundación Juan Bosch, Santo Domingo. p. 125.
