-La Unión Europea despliega «balas de fogueo» contra Rusia: ¡Casi 200 barcos fantasma ahora oficialmente «fantasmas»!-
Por Luis Rodríguez Salcedo
Este martes, la siempre diligente Unión Europea, en su incesante cruzada contra el «mal», aprobó con gran pompa y circunstancia su decimoséptimo paquete de sanciones contra la pérfida Rusia. Esta vez, el foco de la «implacable respuesta» (palabras textuales de la alta representante Kaja Kallas, ¡qué elocuencia!) se centra en casi 200 buques de la llamada «flota fantasma». Uno se imagina a estos navíos, antes quizás simples cargueros, ahora envueltos en misteriosos velos, navegando espectralmente por los mares, burlando las sanciones previas con risas silenciosas.
Según la señora Kallas, estas novísimas medidas también se ocupan de las «amenazas híbridas» (¿serán barcos que lanzan memes ofensivos?) y los «derechos humanos» (¿quizás estos barcos fantasma maltratan a sus marineros espectrales?). Y, ¡oh, la anticipación!, ya se están preparando más sanciones. Porque, como bien señala la alta representante con una lógica aplastante, cuanto más se prolongue este conflicto, más contundente será la respuesta. Uno casi puede visualizar a los burócratas de Bruselas, afilando sus bolígrafos como si fueran espadas, listos para asestar el golpe número 18, el 19, y así sucesivamente, hasta que, presumiblemente, Rusia se disuelva en una nube de arrepentimiento sancionado.
Uno no puede evitar preguntarse si esta acumulación de sanciones, cual colección de sellos, está teniendo el efecto deseado, o si más bien se ha convertido en un ritual, una suerte de danza diplomática donde cada nuevo paquete es anunciado con fervor, pero su impacto real se desvanece como el humo de esos barcos «fantasma». Pero, ¡ánimo!, al menos sabemos que «se están preparando más sanciones». La perseverancia, después de todo, es una virtud… ¿verdad?