Un día después de que Vladimir Putin asegurara que se iba a investigar por qué cayó el avión en el que viajaba el líder del grupo de mercenarios Wagner, Yevgeni Prigozhin, el Kremlin va un paso más allá y niega haber ordenado la muerte del hombre que lideró un intento de golpe de Estado en Rusia hace dos meses.
«Son especulaciones de Occidente. Es todo mentira», ha contestado el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, en su comparecencia diaria por teléfono con periodistas.
Preguntado por la posibilidad de que Putin acuda al funeral de Prigozhin, Peskov no ha querido confirmarlo con el argumento de que el presidente ruso tiene una «agenda muy apretada», aunque sí ha querido reconocer la labor de Prigozhin como mercenario al servicio de Rusia: «cometió graves errores durante su vida, pero logró los resultados necesarios», ha concluido Peskov.
Las autoridades rusas han iniciado una investigación de lo sucedido con el avión, aunque Peskov ha confirmado este mediodía que llevará tiempo obtener los resultados.
El Kremlin carga contra los países occidentales, de quienes dice que tienen un interés explícito en acusar a Putin de orquestar la muerte de Prigozhin.
Desde que tuvo el lugar el siniestro, tanto Estados Unidos, como la Unión Europea y países concretos como Alemania han mostrado sus sospechas de que la muerte de Prigozhin haya sido el resultado de las maquinaciones de Putin.