InicioARTE Y CULTURAVigil Diaz, 1880-1961: creador del vedrinismo

Vigil Diaz, 1880-1961: creador del vedrinismo

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Otilio Andrés Marcelino Vigil Díaz,  nació en Santo Domingo, el 6 de abril de 1880. Poeta y narrador dominicano, creador del movimiento literario conocido como Vedrinismo. 

Manuel Rueda* destaca que con la aparición del vedrinismo, en 1912 nuestro país se coloca en los primeros que adoptan el vanguardismo literario.

La palabra vedrinismo es un neologismo,  una invención de Otilio Vigil Diaz. El nombre proviene de un aviador francés Jules Vedrines, (1886-1919) que era piloto de la Primera Guerra Mundial y le gustaba hacer piruetas muy peligrosas conocidas como Looping the loop. Si Vedrines ejecutaba esas piruetas aéreas , Vigil Díaz haría piruetas verbales.**

 Rueda describe a Vigil Díaz como poseedor de un estilo caricaturesco por su indumentaria de gran señor, de don Juan que había aprendido en París sus artes librescas y amatorias, …, pantalón arremangado a las rodillas…un pañuelo de Madrás artísticamente anudado a la cabeza…se pintaba el pelo de verde para ir a la iglesia…

Vigil Diaz introdujo por primera vez el verso libre con su poema Arabesco:

Yo no deseo glorias ni riquezas: solo anhelo
perpetuarme en un poema rojo como tus labios,
blanco como tus manos.

Yo no deseo glorias ni riquezas: solo anhelo
perpetuarme en un poema sereno como tu frente,
sedoso como tu pelo,
búrneo como tu garganta,
heroico como tus senos.

Yo no deseo glorias ni riquezas: solo anhelo
perpetuarme en un poema breve como tus pies,
nephante y rítmico como tus ansias: un
poema que tenga: el alma de Jesús
de Nerón, de Nietsche de San Francisco de Asís
de Santa Teresa de Jesús
de Lucrecia, Cleopatra
y Salomé…

 

Profesión de fe

Cansado de alambicar mi arte y mi vida, aspiro a simplificar mi vida y mi arte; quiero realizar este milagro sin reducir mis desequilibrios
ni suprimir mis carcinomas interiores;
hacer la cifra sin contarla;
tener lo mismo:
uno,
cien,
mil,
que un millón o nada;
vivir cerca de los animales, y muy lejos de los hombres;
tener por música, la música del mar, la música de las estrellas y la música de mis clavicordios interiores…

Tímpano de la montaña

Mi querida,
que es una negra retinta,
dulce y armoniosa como el cuello de una cítara
de ébano,
con pulpa de coco en la sonrisa
y esencia de mandrágora en los dobleces,
me aguardó en la talanquera
para decirme:
«el cabrón ha muerto».

En un lecho de piedras,
junto a los corrales,
pulido por su cuerpo velludo y rijoso,
está tendido el padre
y señor del aprisco.

La luna de anoche amortajó su cadáver,
y el sol de esta mañana,
calentó las esponjas de sus barbas patriarcales.

En los libros de amor de Publio Ovidio Nasón
aprendió el arte de amar,
y conquistó mil borregas
con la siringa de Pan.

Para que no coman de su lúbrica carroña
famélicos canes,
le haremos exequias griegas en la sabana.

 

ver más en:  https://poesiadominicana.jmarcano.com…

El eximio poeta Rafael Américo Henríquez de Castro (1899-1968), director de las revistas Ágora y La Cueva, lo consideró como un ‘exquisito orfebre de la prosa, poeta de las alucinaciones y de los espejismos, el de los poemas negros que cantan la angustia y alegría. ‘Todo cuentista …pretende fijar la eternidad del instante que se desvanece’

La niñez y adolescencia de Vigil Diaz, transcurrió durante la tiranía de Ulises Heureaux (Lilis), apenas tenía 19 años, cuando lo eliminaron en la ciudad de Moca;  el país se sumerge en un tiempo de guerras internas entre generales y caciques que tan pronto subían al poder eran derrocados, levantamientos, era un ‘quítate tú para ponerme yo’, en cada región, quien tenía más recursos se declaraba general y el hombre sencillo del pueblo, desamparado se refugiaba a fin de protegerse y participar en la sociedad. Es en este momento histórico que aparece el movimiento vedrinismo de ahi que sus cuentos pueden ser muy ilustrativos del tiempo histórico de nuestra historia, la época de los bolos y los coludos, de los colituertos,, el comportamiento de la gente.

El cuento:  Carvajal, Cándido Espuela, El delegado, de la colección Orégano nos ilustran su época cuya similitud con personajes públicos de este tiempo no dista mucho.

«Carvajal se inició en la carrera de las armas, donde tuvo un éxito rotundo …El arte refinado de la política y de la diplomacia lo aprendió a fondo… por recomendación de una de las queridas del presidente de la República, en ese entonces pasó a ser Mensajero del Ministro de Interior… A la sombra, alternativa, de los bolos y los coludos que ocupaban esa cartera, llegó Carvajal a conseguir los resortes mágicos, la adaptación, la simulación, la mentira y el cinismo indispensable en aquella época, para llegar a ser Ministro de lo Interior».

Vigil Díaz murió en Santo Domingo el 20 de enero de 1961. La calle que lleva su nombre dice Virgil Díaz, debe ser corregida es VIGIL DIAZ.

 

*Manuel Rueda fue Premio Nacional de Literatura, 1994, poeta, pianista, narrador, dramaturgo, autor de la Antología panorámica de la poesía dominicana contemporánea 1912-1962 (en colaboración con Lupo Hernández Rueda, Tomo I, 1972) y Dos siglos de literatura dominicana (s. XIX y XX). Poesía y prosa (En colaboración con José Alcántara Almánzar) (1996)

Rueda, Manuel. Vigil Diaz:  vedrinismo y versolibrismo en la República Dominicana.

** García, José Enrique. La palabra en su asiento (2004). Banco Central de la RD. Santo Domingo.

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