Por Rosina Anglada /
El programa cultural virtual dominical Ilusiones y Poesías, inició su primer programa del año 2024, con el tema ‘Vitalidad de la poética social’. Carlos Márquez, productor del mismo, introduce el tema, luego de dos semanas de fiestas navideñas y fin de año, recordando el asalto al Capitolio acontecimiento que se produjo el 6 de enero del 2021, cuando partidarios del entonces presidente saliente de los EU, Donald Trump irrumpieron en la sede del Congreso y violaron la seguridad ocupando partes del edificio durante varias horas. Vinculando estos hechos con el programa dedicado a resaltar la vitalidad de la poesía social, pensado como un programa abarcador, pues la poesía social juega un papel también en la historia de los pueblos.
Manuel del Cabral, grande poeta dominicano, estuvo presente con su monumental Compadre Mon, que muestra la realidad social y humana del tiempo que le tocó vivir. Del Cabral consideraba que los intelectuales, los que trabajan con ideas, los poetas, tienen una responsabilidad más alta y que sólo había dos cosas que podían detener el derrumbe de la cultura, la decadencia de la luz y la vigencia de la sombra, que eran la responsabilidad de la conciencia a la cual denomina la razón y la presencia del amor como entrega absoluta a nuestros semejantes.
Luego de las salutaciones de fin de año, Cristina Piñeyro declama el poema que Juan Matos dedicara a los mártires: Amaury Germán Aristy, Virgilio Perdomo Pérez, Ulises Cerón Polanco y Bienvenido Leal Prandy (alias La Chuta), quienes el miércoles 12 de enero de 1972, enfrentaron a un ejército de más de 1,500 militares y policías, aviones, helicópteros, tanques de guerra, armas modernas combatiendo durante quince horas donde finalmente cayeron abatidos. El poema de Juan Matos se encuentra en su poemario ‘Temblor de espejos’ tiene por título Hierve la sangre.
El poeta Simeón Arredondo, declamó del grande poeta peruano César Vallejo: Masa. Carlos Márquez declama Oda al aire, de Pablo Neruda, a quien considera un poeta monumental que le escribió a todo y recuerda que Juan Bosch decía que Neruda exudaba poesía, es un ejemplo de un poeta social firmemente comprometido.
Cristina Piñeyro nos compartió un breve análisis del poema ‘Las abejas’ poema de Carlos Márquez quien dice que es uno de los poemas más apreciados de él, porque refleja la expresión existencial de la realidad del barrio, como fundador de barrios en una ciudad de la República Dominicana, cuando los barrios iniciaban, no había nada, no habían calles, no existían los servicios, se pilaba café y arroz se vivía de lo que existía se vivía de lo que se sacaba del rio, piedra, arena, Pedrito tenía una recua de burros con árganas especiales, diferentes a las de guano, cajones de madera para transportar la arena y la grava del rio. Es en ese contexto que nace Las abejas, de ahí sale el título de su primer libro, del segundo verso de EL HUMO DE LAS LAMPARAS, Toña y Madura impusieron la luz de los cocuyos, y el humo de las lámparas cuando los tiempos, Madura, era la que hacia las camisas a los niños en una máquina de coser Singer…
Simeón Arredondo declama el Poema a los Héroes sin Nombre de Federico Bermúdez y Ortega, gran exponente de la poesía social y Carlos Márquez declama a Pedro Mir con su poema: Árbol de luna que obedece al clima… Cristina observa sobre el uso del estribillo ‘Ni un paso atrás’ y en ‘pierda en miel ni la más breve gota’ considera que está muy bien estructurado.
Simeón Arredondo a propósito de estos tiempos de implacables guerras nos comparte un poema que aparece en su primer libro en el año 2002, aunque fue escrito en tiempos de la Guerra del Golfo de inicios de la década del 90 y ante el impacto del bombardeo Hiroshima en 1945: Huellas del tiempo y ‘Viento frío’ de René del Risco y Bermúdez, 1937-1972: El Viento frio
https://youtube.com/clip/UgkxCUobZcLZF6rQ9QtniSQO9kSRjosO2p9d?si=q77UkIguxN8UJtVN.
Cristina Piñeyro nos declama los poemas El albañil y Jesús y “Maldigo y canto por la paz”
de Carlos Márquez
Rosina Anglada nos comparte algunos versos de Compadre Mon que le llamaron la atención:
“Nuestro canto no cabe en las banderas/ ellas caben mejor en nuestro canto”
“Nunca supiste que tu muerte/ no cabe en ningún hoyo de la tierra”
“Que no me diga la geografía / que es un puntito/ la tierra mía. / Voy a gritar/ que es pequeñito/ también el mar”
“Isla que estás allí como una ñapa/ de geografía. Pero tú no cabes/ en la limosna que te ha dado el mapa”
Manuel del Cabral refería que “el lector contemporáneo es incapaz de volver al pasado, la TV, el cine, la radio, los vuelos interplanetarios, la tecnología en su totalidad le han impuesto una velocidad y una síntesis dentro de las cuales considera torpe y extraña toda modificación que signifique introspección”.
Le dijo a su padre: “Qué quieres más de mí? ¿Qué otras cosas mejores? / Padre mío, / lo que me diste en carne/ te lo devuelvo en flores” “No pudo hacerse licenciado mi corazón desnudo/ era mucho pedirle, / Padre mío, no sabes/ lo grave que es a veces/ un hombre que en el pecho le entierran viva un ave.
En su pecho tenía enterrada un ave que le llevaba por horizontes inalcanzables.
Rosina Anglada
8 de enero 2024