Santo Domingo.- El presidente Luis Abinader recibió este lunes en el Palacio Nacional, al presidente electo de Guatemala, César Bernardo Arévalo de León.
Su llegada a la casa de Gobierno se produjo a las 2:00 de la tarde. Fue recibido por la Guardia de Honor y de inmediato se dirigió a la audiencia privada con el mandatario, en la que también participan la vicepresidenta Raquel Peña y los ministros, Administrativo de la Presidencia, José Ignacio Paliza, y de Relaciones Exteriores, Roberto Álvarez.
De igual forma, se encontraban presentes los viceministros de Relaciones Exteriores, Rubén Silié y José Julio Gómez, así como la embajadora dominicana en Guatemala, Sara Emilia Altagracia Paulino Cárdenas.
En horas de la tarde, el presidente Luis Abinader y el presidente electo guatemalteco, Bernando de León, encabezaron la acostumbrada rueda de prensa LA Semanal.
La partida de República Dominicana del presidente electo de Guatemala y su delegación está programada para este martes 18 en horas de la mañana.
El presidente electo de Guatemala, Bernardo Arévalo, dijo este lunes que cuando asuma el cargo el 14 de enero exigirá la renuncia de la fiscal general del país, Consuelo Porras, a quien ha acusado durante los últimos dos meses de realizar una persecución política en su contra e incluso de buscar un “golpe de Estado”.
“Una de las primeras acciones, si no la primera, será exigirle la renuncia a la señora fiscal general”, señaló Arévalo en una conferencia de prensa en Santo Domingo, junto al presidente de República Dominicana, Luis Abinader.
Arévalo está a menos de un mes de asumir el poder y sostiene que la Fiscalía General, encabezada por Porras, busca impedir que él y la vicepresidenta electa, Karin Herrera, inicien su gobierno a través de acusaciones sobre diversos delitos.
El 8 de diciembre, el Ministerio Público acusó a Arévalo y a otros integrantes de su partido, Movimiento Semilla, de delitos como lavado de dinero y uso de documentos falsos.
La institución incluso dijo que, por esos cargos y por presuntas irregularidades del Tribunal Supremo Electoral, las elecciones deberían repetirse.
Por su parte, tanto Arévalo como el Tribunal han negado los señalamientos.