Sudiksha Konanki, una estudiante estadounidense de origen indio de 20 años, desapareció el 6 de marzo de 2025 mientras estaba de vacaciones en Punta Cana, República Dominicana. Sus padres, Subbarayudu y SreeDevi Konanki, tomaron la sorprendente decisión de solicitar a las autoridades dominicanas que declararan legalmente muerta a su hija apenas dos semanas después, el 18 de marzo, a pesar de que no se encontró su cuerpo.
Esta postura ha generado desconcierto y especulación a nivel global. Aunque no hay una entrevista exclusiva con una experta en cultura india disponible en los datos actuales que explique directamente este caso, podemos analizar los posibles motivos detrás de esta decisión desde una perspectiva cultural, basándonos en el contexto de la cultura india y las circunstancias del incidente.
En la cultura india tradicional, especialmente entre familias con fuertes raíces en valores conservadores, el honor familiar (conocido como «izzat») juega un papel crucial. La desaparición de Sudiksha ocurrió en un contexto que podría ser percibido como comprometedor: una joven soltera, de vacaciones en un resort, bebiendo y pasando tiempo en la playa de madrugada con un hombre desconocido, Joshua Riibe, según reportes de las cámaras de vigilancia y testimonios.
En muchas comunidades indias, este tipo de comportamiento podría interpretarse como una desviación de las expectativas de modestia y decoro asociadas a las mujeres, lo que potencialmente trae deshonra a la familia. El hecho de que Sudiksha no haya regresado y que las autoridades sugieran un ahogamiento accidental, sin evidencia de un delito, podría haber llevado a sus padres a buscar un cierre rápido para evitar especulaciones prolongadas que dañaran aún más la reputación familiar.
El rol del padre en la cultura india tradicional es otro factor clave. Como cabeza de familia, Subbarayudu Konanki tiene la responsabilidad de proteger el honor y tomar decisiones en nombre del bienestar colectivo del hogar. La solicitud de declarar a Sudiksha muerta, como se detalla en la carta enviada a las autoridades dominicanas, refleja una intención de «cerrar el capítulo» y «honrar su memoria», según reportes de CNN y otros medios.
Esto podría interpretarse como un intento de restaurar el orden y evitar que la incertidumbre de la desaparición se convierta en un estigma permanente. En lugar de prolongar una búsqueda que podría no arrojar resultados y mantener viva la narrativa de una joven perdida en circunstancias cuestionables, la familia optó por aceptar la hipótesis más probable —un ahogamiento— y avanzar hacia el duelo.
Sin embargo, esta decisión no es solo un reflejo de la cultura india, sino también un choque con los valores occidentales, donde la búsqueda exhaustiva de respuestas y la esperanza de encontrar a una persona desaparecida suelen predominar. En Estados Unidos, donde la familia reside desde 2006, es común que los padres insistan en investigar todas las posibilidades, como secuestro o crimen, antes de rendirse.
De hecho, Subbarayudu inicialmente pidió a las autoridades dominicanas que ampliaran la investigación más allá de la teoría del ahogamiento, según reportes de Listín Diario y WTOP-FM. Pero la falta de hallazgos concretos tras días de búsqueda intensiva por tierra, mar y aire —con drones, helicópteros y perros rastreadores— pudo haber convencido a la familia de que continuar era inútil, especialmente si consideraban que el daño cultural ya estaba hecho.
La experta implícita en tu pregunta podría argumentar que la «deshonra» no se limita a lo sucedido esa noche, sino a la exposición pública del caso. La atención mediática internacional, con detalles sobre Sudiksha bebiendo y quedándose sola con Riibe, podría haber amplificado la presión sobre la familia para resolver la situación rápidamente.
En la India, el estigma social puede ser implacable, incluso para familias que viven en la diáspora, y la percepción de pérdida de control sobre una hija podría haber pesado más que la necesidad de seguir buscando. Al declararla muerta, los Konanki no solo buscan paz emocional, sino también una forma de recuperar la narrativa y presentarla como una tragedia inevitable, en lugar de un misterio abierto a interpretaciones vergonzosas.
Por otro lado, hay que considerar el aspecto práctico y emocional. Sin un cuerpo, la familia enfrenta una limbo legal y personal. La carta de los padres, según Univision y CNN, expresa que aceptar su muerte les permite «iniciar el proceso de duelo» y manejar asuntos relacionados con su ausencia.
Esto sugiere que, más allá de la cultura, el agotamiento y la resignación también influyeron. La cooperación de Riibe, quien afirmó haber intentado salvarla de una corriente marina, y la ausencia de pruebas de violencia, según fuentes policiales citadas por CNN, podrían haberles dado suficiente certeza para darla por perdida.
En resumen, la decisión de los Konanki de dar por muerta a Sudiksha sin seguir buscándola probablemente surge de una mezcla de factores culturales —el peso del honor, la deshonra potencial y el rol del padre como protector— y pragmáticos —la falta de avances en la búsqueda y el deseo de cierre—. No es solo una desaparición; es un caso donde los valores de una familia india chocan con las expectativas de un mundo globalizado, dejando una marca imborrable en quienes intentan entenderlo.
LRS