La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, dijo que las mismas armas que Occidente, la OTAN y Francia están suministrando, y el mismo dinero que «están invirtiendo en apoyar a neonazis ucranianos no solo tienen efecto bumerán en su territorio, sino que están golpeando a su propio pueblo».
«Las armas suministradas a Kiev acaban en manos de esos mismos manifestantes y están siendo utilizadas contra la Policía en Francia», advirtió Zajárova.