-Trump se sale con la suya: El «Gran y Hermoso Sablazo Fiscal» ya es ley-
Contra viento, marea y gritos demócratas, el Congreso estadounidense aprobó finalmente el plan fiscal del presidente Donald Trump. Una mole legislativa de casi mil páginas, bautizada con descaro como el One Big Beautiful Bill Act, que no solo hincha el gasto público hasta niveles históricos, sino que también blinda las promesas de campaña del magnate convertido en mandatario.
Trump festeja, claro. No todos los días se logra aprobar una ley que inyecta billones de dólares a proyectos que llevan su sello personal: infraestructura “patriótica”, recortes fiscales para grandes corporaciones amigas, aumento en gastos de defensa (léase: más contratos para el complejo militar-industrial) y, por supuesto, nuevos muros invisibles y visibles que “protejan” a la América blanca y conservadora que lo sostiene.
Los demócratas gritaron !fraude presupuestario!. Y no sin razón. La nueva ley borra de un plumazo programas sociales que daban respiración artificial a millones de estadounidenses vulnerables: salud, educación pública, asistencia alimentaria y subsidios esenciales verán recortes brutales, mientras Wall Street aplaude y las grandes fortunas se frotan las manos.
“No es una ley fiscal, es una bomba de tiempo”, advirtió la senadora Elizabeth Warren. El Nobel de economía Paul Krugman fue más directo: “una transferencia obscena de riqueza hacia los de arriba, disfrazada de patriotismo económico”.
¿Y el déficit? Subirá. ¿La deuda? También. Pero según la Casa Blanca, “eso es irrelevante cuando se trata de hacer América grande otra vez”.
Así, entre promesas huecas y cifras maquilladas, Trump consolida su poder con la billetera del Estado y deja la factura para el próximo inquilino de la Casa Blanca… o para los contribuyentes comunes, que terminarán pagando con menos servicios y más impuestos disfrazados.
¿Reforma fiscal o asalto legislativo? Dependerá de quién cuente la historia. Lo cierto es que, hoy por hoy, Trump se anotó otro triunfo político —y quizás, el pueblo otro tropiezo histórico.
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