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EL SOCIALISMO LOS NECESITA POBRES

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Por  L. Arturo Morató

Prefacio

Para comenzar esta modesta aportación a los amables y distinguidos lectores, considero menester aclarar o definir ciertos conceptos. Obviamente, consciente de que los leyentes de este medio poseen suficiente conciencia del término. En consecuencia nos preguntamos: ¿Qué es la pobreza? Podemos definirla en relación con las personas, como aquellas que no tienen lo necesario para vivir dignamente, que son humildes o desdichados.

Es una condición humana y social que, nos indica cuando las personas carecen de los recursos necesarios para satisfacer sus necesidades elementales. Para ello, hay cuatro condiciones básicas: a) deficiencia alimentaria, b) falta de acceso a la salud, c) carencia de una educación satisfactoria y, por último, d) falta de una vivienda propia que reúna los requisitos básicos para desarrollarse de manera adecuada.

La causa de la pobreza, muchas veces resulta de situaciones involuntarias, que conllevan a los seres humanos a la misma. Entre ellas, podemos citar: el desempleo, fenómenos naturales, salarios irrisorios, enfermedades que conlleven a gastos excesivos para su recuperación y, de igual manera, pero en menor proporción, el gasto desmesurado de una persona empujada por el consumismo desbocado. Pero, entre toda estas variantes que generan pobreza, hay una mucho más peligrosa, mortífera, destructiva y generadora de una angustia colectiva: la pobreza causada por las políticas de los gobiernos socialistas. Veamos…

Una ideología perversa y criminal 

Como he manifestado en ocasiones anteriores, hasta ahora, no conozco en la historia de la humanidad, una ideología política tan perversa, cínica, criminal, abusiva y negadora del libre albedrío de los seres humanos, que el socialismo marxista. Lo más cercano es el nazismo de Adolfo Hitler Pölz, el cual causó la muerte, con el Holocausto judío y la Segunda Guerra Mundial, de unos 75 millones de seres humanos. El comunismo, en cambio, ha asesinado, desde el 1917 a la fecha, a unas 140 millones de personas en todo el planeta.

Dicha ideología, solo fue posible que se incubara en la mente perversa de un alcohólico, ludópata, vago, oportunista, vividor, marido infiel y un resentido contumaz, como lo fuera Karl Heinrich Marx Pressburg, en comunión mental con su fiel amigo, Friedrich Engels Marice, a quien engañó, lo usó y fue indigno con su amistad. Todo esto fue llevado a la praxis, por el demonio hecho hombre en la figura de Vladimir ILyich Ulyanov Blank «Lenin».

Donde quiera que esta maldita ideología política se ha asentado, lo único que ha traído a la humanidad ha sido: guerras, muertes, desolación, hambrunas, miserias, incertidumbres, división, odios, luchas fratricidas entre hermanos y una especie de esclavitud moderna, en donde los amos y patrones en los tiempos de la esclavitud, han sido sustituidos por el Estado supremo sobre los gobernados.

Socialismo y pobreza: ¿Por qué se retroalimentan?

No sé si los amigos lectores, se han hecho la siguiente pregunta: ¿por qué en los regímenes izquierdistas, desde sus albores hasta el presente, ha existido una especie de simbiosis política entre el socialismo marxista y la pobreza  generalizada? Esta tesis, está fundamentada en los procesos históricos y la caída con efecto de dominó tanto en la Alemania Oriental (comunista) y la extinta Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS),

En la primera crisis, 9 de noviembre de 1989, un pueblo cansado de la miseria, de estar encerrado, de ver su nación dividida y de percibir una crisis social, se lanza sin violencia a derrumbar el Muro de Berlín, el que se conoció mundialmente como «el muro de la infamia», y cuya génesis se debió, a la huida constante de los alemanes hacia la Alemania Occidental. Posterior a este hecho, el 25 de diciembre de 1991, sucede el golpe mortal: el primer Estado socialista en el mundo, se cae a pedazos y deja de existir por ser insostenible. Occidente, con los Estados Unidos a la cabeza, va en su ayuda y ahí se comete (a mí entender) un grave error político. El resto es historia.

Posterior a estos dos hechos trascendentales, que demostró al mundo que la teoría de Carlos Marx planteada en su libro El Capital, era una basura política-económica insostenible, utópica y fallida. En el 1978, los hijos putativos de Mao Tse Tung, entierran el maoísmo como doctrina política, económica y social, y la China Popular abraza el capitalismo como motor generador de riqueza, aunque sin dejar el poder político. El resto de naciones con este tipo de doctrina, como Cuba, Corea del Norte, etc. fueron virutas políticas que siguieron trillando el camino del error.

Con respecto a estos desmoronamientos de las dictaduras totalitarias e izquierdistas, quiero preguntarle a los amables lectores si en la caída del Muro de Berlín, la Unión Soviética y el maoísmo en China Popular, ¿existió «el bloqueo» de Estados Unidos para que dieran esos hechos?. Obvio que no, sino que el sistema económico marxista hizo posible que sucediera. Esto nos demuestra, históricamente, que lo del «bloqueo a Cuba» fue una burda mentira de Fidel Hipólito Alejandro Castro Ruz, para oculta su propio fracaso con la Revolución cubana, cuando la ubre soviética a la cual estaba pegado se secó.

La historia es una disciplina de la ciencia social que estudia los acontecimientos pasados de la humanidad, basándose en documentos, registros o testimonios confiables para dar pruebas de lo ocurrido y sustentar las narraciones e interpretaciones de los historiadores. Con base en ello, nos preguntamos: ¿Cuál ha sido el legado histórico del socialismo marxista para la humanidad? Ninguno positivo que se conozca hasta el momento y sí, en cambio, miserias, asesinatos, represión, hambrunas, guerras y terror. Nada envidiable para una ideología. A base de ello, veamos algunos hechos históricos que sustentan esta afirmación:

1.-) El Holodomor de Stalin en Ucrania y los GULAG en la Unión soviética, en ambos murieron millones de seres humanos; 2.-) El genocidio camboyano de Saloth Sar  (a)»Pol Pot», fallecieron 1.7 millones de personas de hambre, prisión y fusilamientos; 3.-) Mao Tse Tung, en su «Revolución Cultural», asesinó a 70 millones de sus compatriotas por hambre, prisión y paredón; 4.-) Nicolás Ceausescu de Rumanía, escribió uno de los capítulos más espantoso en la historia de la política comunista: produjo la muerte por inanición y falta de atención de unos 20 mil niños rumanos alojados en orfanatorios. Se registró en la historia como «Los 20 mil huérfanos de Ceaucescu». La lista es larga y no sigo.

Epílogo: ¿Por qué el socialismo los prefiere pobres?

 Esta es una interesante pregunta, cuya respuesta nos brinda una idea perfecta y diáfana, de lo perversa, cínica e hipócrita que es la ideología marxista, al igual que sus acólitos que la promueven y apoyan sin reparo moral alguno. Si usted, amigo lector, echa una mirada en dónde está el caldo de cultivo de esta proterva filosofía política, se dará cuenta de que la misma tiene su terreno fértil en naciones subdesarrolladas, con una población en gran medida inculta, donde hay muchas necesidades sociales y una sociedad muy poco dado a cultivar la lectura.

Muy difícil que ustedes los vean en proselitismo en países desarrollados y con un bagaje cultural avanzado como Suecia, Finlandia, Suiza, Dinamarca, Reino Unido, Noruega, Alemania, Nueva Zelanda, etc. Esas lacras políticas saben que ahí nada tienen que buscar y mucho menos que ofrecer. Su labor de zapa política las hacen al sur del Río Bravo, El Caribe, Sudamérica y parte de África. Y hay una  sencilla y clara explicación: el socialismo no solo busca a los pobres, sino que se valen de ellos, con falsas esperanza de redención, les dicen lo que les gustan escuchar, y no lo que deben  saber y en ese vaivén los entretienen, para obtener sus votos y llegar a la cima del poder.

Una vez en el mismo, los dejan más pobres de los que eran antes, los hacen dependientes del Estado, tanto en trabajo, salud y comidas, con lo cual aseguran su lealtad, pero sin cambiarles sus estatus social, porque no les conviene y los mantienen con la esperanza.  Pero, esto no lo afirmo yo, sino que voy a tener el placer de que estos mismos líderes izquierdistas, se los digan en sus propias palabras en estos videos donde se capta sus mensajes. (Ver YouTube):

 https://www.youtube.com/shorts/MvyeQEf3_TA

Hago uso de una frase icónica del fallecido periodista dominicano Alberto Amengual, diciéndoles a los amables lectores: «Sea usted el jurado».

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