WASHINGTON (AP) — El presidente Donald Trump estaba en la Oficina Oval con su hija Ivanka y el asesor de seguridad nacional del vicepresidente Mike Pence la mañana del 6 de enero de 2021, cuando hizo otro intento de presionar a Pence.
Trump volvió a decirle a Pence que tenía el deber de rechazar los votos del Colegio Electoral que formalizarían la victoria del demócrata Joe Biden en las elecciones presidenciales de 2020, algo que el vicepresidente no tenía autoridad para hacer en su papel ceremonial en el Congreso ese día.
“No tienes el coraje de tomar una decisión difícil”, le dijo Trump a Pence, según el testimonio del Congreso. Incluso después de que Trump lo llamara «cobarde», Pence rechazó la demanda y luego emitió una larga declaración en la que expuso su conclusión de que no tenía poder para influir en el resultado.
Cuando terminó la llamada, Ivanka Trump se volvió hacia el teniente general retirado Keith Kellogg y dijo: “Mike Pence es un buen hombre”.
“Sí, lo es”, respondió Kellogg.
Ahora, el comité de la Cámara que investiga los disturbios quiere saber qué más escuchó y vio Ivanka Trump ese día mientras intentan unir la narrativa de los disturbios y el papel del expresidente en instigarlos. Hubo un esfuerzo frenético por parte de muchos de los principales partidarios de Trump para persuadirlo de que interviniera, y algunos buscaron directamente usar a su hija como su conducto.
Un asistente del comité dijo que tienen la esperanza de que pronto se comprometa a reunirse.
A lo largo de su tiempo en la Casa Blanca, Ivanka Trump fue conocida como una voz rara que podía comunicarse con su padre y disuadirlo de tomar malas decisiones, aunque su éxito fue mixto. La exprimera hija ha mantenido un perfil extraordinariamente bajo desde que su padre dejó el cargo y se ha distanciado de él y de la política desde que se mudó a Florida.
Pero su proximidad con él el 6 de enero podría brindarle al comité acceso directo a lo que Trump estaba haciendo durante esas tres horas cruciales cuando sus partidarios irrumpieron violentamente en el Capitolio.
“Ivanka Trump tiene detalles sobre lo que ocurrió antes del 6 de enero y sobre el estado de ánimo del expresidente a medida que se desarrollaban los eventos”, dijo a The Associated la representante Stephanie Murphy, D-Fla, miembro del panel. Presionar.
Es muy inusual que los investigadores del Congreso apunten a un miembro de la familia de un presidente, pero como asesora principal de su padre, también tenía una posición cercana al poder.
Kellogg reveló el intercambio con el comité, pero hasta ahora Ivanka Trump, quien es famosa por proteger su imagen y su perfil público, no ha hablado con el panel.
Las respuestas podrían tener repercusiones significativas no solo para Donald Trump, que busca un regreso político en 2024, sino también para aquellos en el Partido Republicano que han minimizado su papel en la insurrección.
Una portavoz de Ivanka Trump no respondió a múltiples solicitudes de comentarios. Pero en un comunicado emitido a fines de enero, un representante de ella señaló que Ivanka Trump no habló en el mitin cerca de la Casa Blanca donde el entonces presidente instó a sus seguidores a “luchar como el demonio” mientras el Congreso se reunía para certificar los resultados de las elecciones de 2020. , y dijo que todavía creía que “cualquier violación de la seguridad o falta de respeto a nuestra policía es inaceptable”.
Los miembros del comité esperan ir más allá de estas vagas afirmaciones.
Horas después de la llamada de Trump a Pence, Ivanka Trump se unió a su hermano Donald Trump Jr., Rudy Giuliani y Kimberly Guilfoyle bajo una gran carpa en el mitin para escuchar el discurso de Trump.
Según los informes? , les dijo a sus asistentes que «decidió asistir solo porque esperaba calmar al presidente y ayudar a mantener el evento en equilibrio».
Después del discurso de Trump, cuando los alborotadores comenzaron a derribar las barreras policiales del Capitolio y rompieron ventanas, el expresidente tuiteó: “Mike Pence no tuvo el coraje de hacer lo que se debería haber hecho para proteger nuestro país y nuestra Constitución…”.
Ese tuit, según el testimonio de la corte, solo aumentó la ira que alimentaba a la mafia.
De vuelta en la Casa Blanca, mientras el personal miraba conmocionado lo que se desarrollaba en Pennsylvania Avenue en las pantallas de televisión ubicadas en todo el ala oeste, la atención de Trump estaba tan absorta que presionó el botón de rebobinar y volvió a ver ciertos momentos, según Stephanie Grisham, ex White. Secretario de prensa de la Cámara.
“Miren a todas las personas que luchan por mí”, dijo Trump, según Grisham, quien también se desempeñó como jefe de gabinete de la primera dama Melania Trump. En un momento, el presidente estaba confundido por qué los empleados no estaban tan emocionados como él viendo cómo se desarrollaban los disturbios.
Kellogg testificó que el personal quería que el presidente tomara medidas inmediatas para abordar la violencia que consumía el Capitolio, pero Trump se negó.
“¿Alguien está llegando a potus? Tiene que decirles a los manifestantes que se disipen. Alguien va a morir”, le envió un mensaje de texto Alyssa Farrah Griffin, exfuncionaria de comunicaciones de la Casa Blanca, a Ben Williamson, asistente del jefe de gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows.
“Lo he estado intentando durante los últimos 30 minutos. Literalmente irrumpió en el óvalo exterior para que apagara el primero. Es una locura total”, respondió Williamson.
La senadora Lindsey Graham, RS.C., luego llamó a Ivanka Trump y le suplicó que el presidente “pidiera a la gente que se fuera”.
“Estamos trabajando en ello”, respondió ella.
En ese momento, el personal reconoció que, a pesar de los esfuerzos de Meadows, la secretaria de prensa Kayleigh McEnany y Kellogg, la única persona que podría comunicarse con él sería su hija.
Ivanka Trump, según el testimonio, hizo al menos dos intentos «tenaces» de razonar con su padre mientras el personal era bombardeado con mensajes de los aliados de Trump rogándole que sofocara la violencia.
“¿Puede hacer una declaración? Vi el tuit. Pídele a la gente que abandone el (Capitolio)”, le envió un mensaje de texto a Meadows el presentador de Fox News, Sean Hannity.
Pero dentro del Ala Oeste, Kellogg recomendó enfáticamente que no le pidan al presidente que se presente en la sala de prensa, donde lo estaría esperando un grupo de reporteros.
“Aparentemente, cierto personal de la Casa Blanca creía que una aparición de prensa en vivo sin guión del presidente en medio de la violencia en el Capitolio podría haber empeorado la situación”, escribieron los legisladores en su carta a Ivanka Trump.
El presidente finalmente accedió a una declaración en video. Se filmaron múltiples tomas pero no se usaron. En cada una de las tomas iniciales, según el comité, no pidió a los alborotadores que se fueran.
El video final se publicó en Twitter a las 4:17 p. m., casi dos horas después del tuit inicial de Trump criticando a Pence.
“Esta fue una elección fraudulenta, pero no podemos hacerle el juego a esta gente”, dijo Trump en el video. “Tenemos que tener paz. Así que vete a casa. Te amamos; eres muy especial.
La representante Liz Cheney, republicana de Wyoming, vicepresidenta del comité de la Cámara de Representantes que investiga la insurrección del 6 de enero, ha dicho que es difícil “imaginar un incumplimiento del deber más significativo y grave” que el fracaso de Trump para sofocar los disturbios.
Las últimas palabras de Trump ese día llegaron a las 6:01 p. m., cuando tuiteó que las elecciones de 2020 fueron “despojadas sin contemplaciones y con saña de grandes patriotas que han sido maltratados e injustamente durante tanto tiempo”.
Terminó con: “Vete a casa con amor y en paz. Recuerda este día para siempre.”
El comité ha estado entrevistando agresivamente a los testigos, casi 500 hasta ahora, y ha citado a Meadows y al abogado personal de Trump. Le piden a Ivanka Trump que coopere voluntariamente.
