El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró haber mantenido este miércoles una conversación «larga y muy productiva» con su homólogo ruso, Vladimir Putin, en la que acordaron entablar «inmediatamente» negociaciones para poner fin a la guerra en Ucrania.
«Hemos acordado trabajar juntos, muy estrechamente, incluso visitando nuestras respectivas naciones», dijo el republicano en un mensaje en su red Truth Social. Añadió que llamará al presidente ucraniano Volodimir Zelenski para informarle de la conversación telefónica.
Donald Trump se postula como el «pacificador» entre Rusia y Ucrania y su llamada a Vladimir Putin para iniciar las negociaciones de paz ha pillado a Europa con el pie cambiado; en fuera de juego y con poco margen de maniobra después de tres años de ayudas a Kiev. Así, la reacción de la UE ha sido espesa, pero con mensaje: «Esperamos discutir el camino a seguir junto con nuestros aliados estadounidenses. Nuestros objetivos comunes deben ser poner a Ucrania en una posición de fuerza. Ucrania y Europa deben participar en cualquier negociación«, concluyeron el miércoles a última hora los ministros de Exteriores de Francia, Alemania, Italia, Polonia y España, reunidos en París.
«Una paz justa y duradera» es el gran objetivo de Europa, que se ha comprometido a mantener el apoyo a Ucrania pese a que la vía de Trump sea otra. «No se puede decidir nada sobre Ucrania sin Ucrania y no se puede decidir nada sobre la seguridad europea sin Europa porque la agresión rusa a Ucrania afecta claramente a la seguridad europea», avisó por su parte el ministro de Exteriores español, José Manuel Albares. En la cabeza de todos está la conversación para los acuerdos de Minsk de 2014, en cuya mesa se sentaron los propios Putin y Zelenski junto a Angela Merkel y François Hollande. En cambio, ahora mismo no parece tangible que Alemania y Francia vayan a tener el mismo papel.
El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, ha advertido sobre los riesgos de buscar un final apresurado para la guerra en Ucrania sin respetar los principios fundamentales de la Carta de Naciones Unidas ni contar con la participación de Europa y, sobre todo, de Ucrania.
En una entrevista con Radio France Internationale, recogida por Europa Press, Albares se respondido a la reciente conversación entre el expresidente de EEUU. Donald Trump y el presidente ruso, Vladímir Putin, en la que acordaron iniciar negociaciones para finalizar la invasión. Ante este movimiento, el ministro español señala que aunque las conversaciones bilaterales entre dos estados soberanos son legítimas, cualquier plan de paz definitivo debe incluir a las partes directamente afectadas por el conflicto.
El presidente estadounidense, Donald Trump, ha abierto la vía para acabar con la guerra de Ucrania sin contar con los aliados europeos. Trump ha hablado con el presidente ruso, Vladímir Putin, y con el ucraniano, Volodimir Zelenski, y su secretario de Defensa incluso ha aceptado algunas condiciones de inicio: Ucrania no entrará en la OTAN y no puede pretender volver a las fronteras anteriores a 2014. Y todo ello sin consultar ni con la Unión Europea (UE), ni con los aliados de la OTAN, ni con los grandes países europeos como Francia, Alemania o Polonia, que han apoyado tanto militar como económicamente a Kiev desde el comienzo de la invasión rusa.
«Trump ha hecho caso omiso de la existencia de Europa, nos ha marginado», ha admitido Josep Borrell, ex alto representante de la UE para la Política Exterior y de Seguridad Común, en una entrevista este jueves en La Hora de La 1. «Si Trump deja de lado a los europeos y se lanza a una negociación con Putin sin contar con nosotros y con Ucrania, esto es un problema«, ha insistido.
Europa, sin embargo, dista mucho de estar unida para exigir una silla en la mesa de negociaciones. «Sin unidad, la UE no sobrevivirá como un actor geoestratégico global de relevancia«, vaticina Ruth Ferrero-Turrión, investigadora del Instituto Complutense de Estudios Internacionales (ICEI).