Esta semana, el miércoles por la noche, se celebró una reunión en una sala del Capitolio típica de película: con mapas esparcidos sobre las mesas analizando posibles escenarios ante una hipotética invasión de Taiwán. La reunión fue entre los miembros de un nuevo comité, el llamado comité de China.
Pasaron más de dos horas analizando posibles escenarios y trabajando durante el primer mes de una guerra “imaginaria”, “ficticia”. Mike Gallagher, republicano de Wisconsin, es quien dirige el comité, y ha dicho que ese “juego de guerra” demostró que la invasión de Taiwán tendría “consecuencias económicas desastrosas” para la economía global. China vuelve con los ejercicios militares en torno a Taiwan.
El país planea conducir hasta cinco simulacros en varias áreas que incluyen aguas frente a su costa y en el Mar de China Meridional. Uno de los ejercicios militares anunciados se llevará a cabo durante tres días en aguas frente a la ciudad portuaria de Qingdao, sede de una importante base naval del Ejército Popular de Liberación, según un comunicado de la Administración de Seguridad Marítima de China el jueves.
Zelensky espera que la OTAN le invite a la cumbre de julio que se celebrará en Lituania. Anoche el presidente ucraniano dijo que ni los ciudadanos de su país ni tampoco los ciudadanos de todo el espacio de la OTAN entenderían que no se realizara esa invitación que asegura es “bien merecida”. Además, anoche Zelensky también pidió que los atletas rusos fueran vetados de los juegos olímpicos de 2024 en París.
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