-Cumbre Abinader–Medina: Preocupación compartida por Haití, pero la comunidad internacional sigue ausente-
Redaccion Teclalibre. Santo Domingo.– En un hecho poco habitual en la política dominicana reciente, el presidente Luis Abinader se reunió con el expresidente Danilo Medina en la sede del Partido de la Liberación Dominicana (PLD). El encuentro, de una hora y 45 minutos, no fue solo una cortesía política, sino parte de un esfuerzo por tejer consensos nacionales frente a la creciente desestabilización del vecino Haití.
¿El tema central? La sombra cada vez más extensa que proyecta la crisis haitiana sobre territorio dominicano. Ambos líderes coincidieron en un punto fundamental: el abandono casi absoluto de Haití por parte de la llamada “comunidad internacional”. Mientras las bandas armadas controlan vastas zonas del país, los discursos diplomáticos siguen prometiendo acciones que no llegan. Y cuando llegan, lo hacen en cuentagotas o con cálculo geopolítico.
“Se habló sobre la situación haitiana, sus implicaciones para nosotros y la falta de apoyo internacional”, resumió Abinader ante los periodistas, dejando entrever que la conversación tocó nervios sensibles del presente y el futuro inmediato.
Lo que se juega no es poca cosa: migración desbordada, seguridad fronteriza, comercio informal, presión humanitaria y, sobre todo, la erosión silenciosa de la estabilidad dominicana por efecto de una crisis ajena pero inevitablemente vinculante.
Desde el Gobierno, se insiste en mantener el tema en el radar mundial. Pero la realidad, cruda y persistente, muestra que mientras más empeora Haití, más sola queda República Dominicana en su papel de contención improvisada.
La reunión con Medina se inscribe en la serie de encuentros que Abinader ha sostenido con líderes políticos y sociales para definir una postura común. Sin embargo, queda la duda: ¿se trata de una estrategia real de unidad nacional o de una operación de relaciones públicas ante la inminente tormenta?
En todo caso, lo cierto es que Haití se cae a pedazos… y el mundo, como siempre, mira hacia otro lado.
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