Por BERNARD CONDON –
(Foto AP / Seth Wenig) –
NUEVA YORK (AP) – Los cargos criminales de fraude fiscal revelados contra la compañía de Donald Trump el jueves son un golpe para una empresa que ya se tambalea por acuerdos cancelados luego de la insurrección en el Capitolio de Estados Unidos y el impacto de la pandemia de coronavirus en hoteles y clubes.
La acusación formal puede dificultar que Trump logre nuevos acuerdos, obtenga préstamos bancarios y traiga dinero nuevo a su negocio en expansión y endeudado.
El propio ex presidente no fue acusado por los fiscales, pero las investigaciones están en curso.
Aquí hay un vistazo a la empresa y el desafío que enfrenta ahora:
¿QUÉ ES LA ORGANIZACIÓN TRUMP?
La compañía es una entidad comercial que engloba a cientos de firmas y asociaciones que poseen o administran edificios de oficinas, hoteles, torres residenciales, clubes de golf, derechos de marca, acuerdos de licencia y otros activos en todo el mundo.
Esas diversas empresas comparten personal con la Organización Trump, incluidos los dos hijos adultos de Trump, Donald Jr. y Eric, ambos vicepresidentes ejecutivos, y Allen Weisselberg, el director financiero acusado.
¿CUÁLES SON LAS ALEGACIONES?
Una acusación del gran jurado acusó a la Organización Trump de conspirar para ayudar a los altos ejecutivos a hacer trampa en sus impuestos al no informar compensaciones como el uso gratuito de apartamentos y automóviles, pagos de matrícula escolar o reembolso de gastos personales.
La compañía se declaró inocente, al igual que Weisselberg, uno de los empleados más leales y con más años de servicio de Trump.
La compañía dice que ni ella ni Weisselberg hicieron nada malo y que los cargos tienen motivaciones políticas.
Weisselberg también tiene una demanda por hacer trampa en sus impuestos al disfrazar que su residencia de tiempo completo estaba en la ciudad de Nueva York, donde estaba sujeto al impuesto sobre la renta de la ciudad.
¿CUÁL ES EL PAPEL ACTUAL DE TRUMPS EN LA EMPRESA?
Trump renunció a los puestos que ocupaba en cientos de entidades de la Organización Trump en más de 20 países antes de tomar el juramento presidencial hace cuatro años.
Fue su intento de disipar los temores de que usaría la presidencia para ayudar a su negocio. En ese momento, creó un fideicomiso para mantener sus activos y entregó el control diario de sus dos hijos adultos y Weisselberg.
Pero Trump sigue siendo el único propietario o propietario principal de esos cientos de negocios y podría obtener ganancias de ellos en cualquier momento. Recientemente, regresó a sus antiguas oficinas en Trump Tower en la Quinta Avenida, pero no está claro cuánto ha asumido su antiguo rol de supervisar las operaciones.
¿LOS CARGOS PERJUDICARÁN LA CAPACIDAD DE LA COMPAÑÍA PARA HACER NEGOCIOS?
Si la Organización Trump es condenada, pagaría una multa por el doble de la cantidad de impuestos no pagados, o $ 250,000, lo que sea mayor. Es posible que la empresa también tenga que cambiar la forma en que opera.
Pero incluso en ausencia de una condena, la acusación podría plantear problemas.
“Las empresas que están siendo acusadas, ya sean privadas o públicas, grandes o pequeñas, enfrentan graves consecuencias colaterales”, dijo Daniel Horwitz, un abogado defensor de cuello blanco en McLaughlin and Stern y ex fiscal de la oficina del fiscal de distrito de Manhattan.
“Las empresas de la industria de servicios financieros son reacias a hacer negocios con ellas”, dijo Horwitz. «Su acceso al capital es limitado o corta su capacidad para colocar sus activos líquidos en bancos y casas de bolsa».
¿QUÉ PASÓ CON OTRAS EMPRESAS QUE HAN SIDO INDICADAS PENALMENTE?
La gigantesca firma de contabilidad Arthur Andersen comenzó a perder negocios de auditoría después de que se presentaron cargos penales en relación con su trabajo en Enron, y finalmente tuvo que despedir a decenas de miles de trabajadores. En 2005, la Corte Suprema anuló su condena por obstrucción de la justicia, pero era demasiado tarde y la firma colapsó.
Otras empresas golpeadas duramente por cargos criminales incluyen al ahora desaparecido gigante de bonos basura de la década de 1980 Drexel Burnham Lambert, el otrora enorme fondo de cobertura SAC Capital y Oil Company BP, que tuvo que pagar miles de millones derivados de cargos criminales por su papel en una plataforma de perforación, en el Golfo de México.
¿CUÁL ES EL PROBABLE GOLPE DE LA COMPAÑÍA DE TRUMP?
La Organización Trump podría tener más dificultades para cerrar acuerdos para poner el nombre de Trump en edificios o productos, atraer torneos a sus campos de golf y pedir dinero prestado.
Puede que sea capaz de soportar los golpes. Es una empresa en expansión, pero sus operaciones son simples y entre bastidores: administra clubes de golf y hoteles, cobra cheques de las empresas que ocupan las oficinas que posee y cobra tarifas de licencia para edificios y otros que usan su nombre.
Aunque algunas empresas se han derrumbado después de las acusaciones penales, otras han sobrevivido o incluso prosperado, incluido Bank of America, que fueron condenados por prácticas imprudentes de préstamos hipotecarios.
Otros que lo que se llama cargos penales diferidos se han hecho mucho después, incluido el gigante de la droga Bristol-My Squibb, que fue una demanda por fraude contable, y JPMorgan Chase & Co., que fue atrapado en relación con el fraude masivo de Bernard Madoff.
Las acciones de las tres empresas están en máximos históricos o cerca de ellos.
¿CUÁLES SON LOS FUTUROS PLANES DE NEGOCIOS DEL EX PRESIDENTE?
No lo ha dicho, pero hay algunos movimientos obvios.
Los expertos en branding dicen que la compañía aún podría usar la fama de Trump para lograr acuerdos de licencia en todo el mundo. En los años que rodearon su fugitivo éxito televisivo, «El aprendiz», Trump llegó a acuerdos para poner su nombre en trajes, corbatas, filetes y torres residenciales en Las Vegas, Chicago y Nueva York.
La marca Trump se ha visto dañada por su retórica y sus posturas divisivas. No está claro qué tan exitoso resultaría un nuevo esfuerzo de concesión de licencias.
Mientras estuvo en el cargo, hoteles y torres residenciales en varias ciudades quitaron su nombre de sus edificios. Su empresa tuvo que descartar planes para nuevas cadenas hoteleras debido a la falta de interés de los socios potenciales.
Las más dañinas de todas fueron las acusaciones de que Trump incitó al sangriento asedio del Capitolio en enero. Los corredores de bienes raíces, los prestamistas y otras empresas cortaron los lazos poco después.
The Associated Press informó a principios de este año que los precios de los condominios en muchos edificios que tienen licencia para el uso de su nombre han caído drásticamente, y los corredores dicen que algunos compradores potenciales se niegan incluso a mirar apartamentos en edificios con el nombre de Trump sobre la puerta.
