-Khamenei canta victoria: «Le dimos una paliza a los sionistas y a los Estados Unidos»-
Por Redacción Teclalibre | 26 de junio de 2025
Teherán no canta villancicos, pero sí victorias. En su primera aparición pública tras el cese del fuego con Israel, el líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Khamenei, se quitó la sotana de prudencia diplomática y se vistió de general vencedor. “Le dimos una paliza a los sionistas y a Estados Unidos”, proclamó con voz grave, mirada fija y verbo afilado.
La narrativa del “triunfo moral”
Khamenei no es un improvisado. Con décadas de retórica revolucionaria a cuestas, sabe que la guerra no se gana solo con misiles, sino con relatos. Y su relato es claro: Israel fue “aplastado bajo los golpes de Irán”. Estados Unidos “recibió una severa bofetada” en Qatar.
Según el líder iraní, los bombardeos de EE. UU. sobre Fordo y Natanz fueron un fiasco: “No destruyeron nada crítico”. En cambio, Irán —dice— mostró músculo al atacar objetivos israelíes y estadounidenses “sin perder el aliento”. Una versión sui generis de David contra dos Goliats.
¿Triunfo real o teatro para consumo interno?. El problema no está solo en lo que se dice, sino en por qué se dice ahora. Las palabras de Khamenei llegan tras:
Un alto el fuego precario con Israel. Una contraofensiva iraní en Qatar que, si bien simbólica, marca un hito. Una población iraní económicamente estrangulada, que necesita buenas noticias (aunque sean infladas con esteroides retóricos).
Washington en modo “filtración nerviosa”: Desde el bando yanqui, la historia es distinta. Según fuentes del propio Pentágono, los daños a las instalaciones nucleares iraníes fueron “moderados” y no se logró retrasar el programa atómico más allá de unos meses.
Y para colmo de males, parte de esa evaluación se filtró a la prensa, provocando una “guerra interna” en la Casa Blanca, donde el presidente Trump ahora culpa al “Estado Profundo” por la pérdida del control narrativo.
Mientras Khamenei celebra y Trump refunfuña, en Israel nadie reparte medallas todavía. Aunque aceptaron el alto el fuego, los ataques quirúrgicos en Siria y Gaza no se han detenido del todo. ¿Está Tel Aviv dejando que el ayatolá hable mientras se rearman? ¿O están tan golpeados como él asegura?
Khamenei advirtió que “si EE. UU. vuelve a atacar, pagará un precio alto”. Traducción: el ajedrez del Golfo Pérsico apenas ha iniciado una nueva partida.
Y en este tablero, los peones están armados con drones, y los alfiles usan turbante.
Cuando el ayatolá dice que “les dimos una paliza”, no está contando muertos ni misiles, está fabricando legitimidad. Porque en las guerras modernas, la victoria no siempre es tangible, pero el relato sí lo es… y se vende como pan caliente.
¿Ganó Irán? Tal vez en su espejo. ¿Perdieron EE. UU. e Israel? Tal vez en los titulares iraníes. Pero lo cierto es que en esta ópera trágica del Medio Oriente, todos cantan victoria, aunque todos estén raspados.
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